El Abierto de Estados Unidos 2025 entregó todos los condimentos de una final histórica: un duelo esperado entre los dos mejores del mundo, un espectáculo de tenis de altísimo nivel y un costado político inesperado que generó polémica en las tribunas. Carlos Alcaraz, con una actuación brillante, venció a Jannik Sinner y recuperó el número uno del ranking ATP. Sin embargo, parte de la atención también se la llevó la presencia del presidente estadounidense, Donald Trump, quien recibió abucheos en el estadio Arthur Ashe.

Lo que la previa prometía se cumplió: el cruce entre Sinner (1°) y Alcaraz (2°) fue el plato fuerte del último Grand Slam de la temporada. Desde el inicio, el español mostró la ambición de recuperar el cetro que había perdido meses atrás. En el primer game ya dispuso de dos oportunidades de quiebre y aprovechó la segunda para ponerse 2-0 tras confirmar su servicio.

Sinner intentó reaccionar y se estrenó en el marcador (1-2), pero Alcaraz volvió a imponer su ritmo con solidez desde el fondo de la cancha. El murciano quebró otra vez para estirar la diferencia a 5-2 y cerró el set con autoridad: 6-2, en apenas 35 minutos.

En el segundo parcial, el italiano se recompuso. Aunque Alcaraz logró quebrar y ponerse 3-1, Sinner recuperó confianza con su servicio y terminó cerrando el set 6-3, con puntos espectaculares que hicieron vibrar al público neoyorquino.

Con un triunfo parcial para cada uno, la definición se encaminó a convertirse en una batalla digna de dos líderes generacionales del tenis.

Cuando el primer set había terminado 6-2 a favor de Alcaraz, el rostro de Donald Trump apareció en las pantallas gigantes del estadio. De inmediato, el público reaccionó provocando un concierto de abucheos y algunos aplausos.

La final había comenzado con más de 30 minutos de retraso debido a las medidas de seguridad adicionales impuestas por la visita presidencial. El operativo generó demoras en el ingreso de los espectadores, que luego dejaron en claro su descontento.

Si bien hubo sectores que lo aplaudieron, el repudio se hizo sentir en gran parte del estadio, mostrando una vez más la polarización política que atraviesa a Estados Unidos en plena campaña electoral.

Donald Trump fue recibido por abucheos (Crédito: X)

A pesar de la distracción política, el foco volvió al tenis. Alcaraz, con apenas 22 años, se confirmó como el gran dominador de la nueva generación. Su consistencia, agresividad y mentalidad le permitieron imponerse en los momentos decisivos.

El español cerró el partido con parciales contundentes y levantó su segundo US Open, logrando además recuperar el número uno del mundo.

Carlos Alcaraz gritó campeón en el US Open (Crédito: X)

La final del US Open dejó imágenes para la historia: el festejo eufórico de Alcaraz en el Arthur Ashe, el contraste con la frustración de Sinner, y la postal política de Trump recibiendo silbidos en pleno torneo.