La crisis institucional de San Lorenzo sumó un nuevo capítulo de tensión cuando Alejandro Tamer, vocal de la Comisión Directiva, fue increpado en las inmediaciones del estadio Pedro Bidegain. Un video difundido en redes sociales mostró a un grupo de hinchas golpeando su auto e impidiéndole el ingreso al predio, en el marco de una jornada atravesada por renuncias masivas en la dirigencia que desembocaron en la acefalía del club y la salida de Marcelo Moretti como presidente.

Tamer no es un nombre ajeno a la política interna del “Ciclón”. Ingeniero industrial y cofundador de la empresa Despegar, se presentó en las últimas elecciones como compañero de fórmula de Marcelo Culotta, bajo la lista Orden y Progreso Sanlorencista. Esa nómina quedó en segundo lugar, lo que le otorgó un lugar como vocal dentro de la Comisión Directiva. Su rol, inicialmente identificado con la oposición, dio un giro cuando pasó a ocupar responsabilidades de peso en el área de fútbol durante la gestión de Moretti, en medio de las polémicas que debilitaban la figura presidencial.

Este pasaje de opositor a dirigente con injerencia directa generó recelos entre los socios, que no olvidaron su campaña junto a Culotta, en la que nunca planteó abiertamente temas sensibles como la posible llegada de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) al fútbol argentino.

Alejandro Tamer se fue linchado del club (Crédito: X @agustinape)

Uno de los puntos que más controversia generó en torno a Tamer fue su designación como parte del equipo de Federico Sturzenegger, actual ministro de Desregulación y Transformación del Estado. Sturzenegger es una figura central en el intento del Gobierno nacional por instalar un marco legal que permita la llegada de las SAD a los clubes argentinos, un proyecto que despierta amplio rechazo en las instituciones deportivas tradicionales.

Que un dirigente de San Lorenzo —club históricamente identificado con su rol social y comunitario— forme parte de ese esquema político encendió las alarmas en Boedo. La contradicción quedó más expuesta porque durante la campaña electoral Tamer nunca se pronunció a favor de esa postura, ni la puso en debate público. La desconfianza de los socios se profundizó a partir de este vínculo, y su presencia en la vida política azulgrana comenzó a ser cada vez más cuestionada.

El episodio del auto rodeado de hinchas se dio en el mismo marco en que la Comisión Directiva entró en crisis definitiva. La renuncia de varios dirigentes, encabezados por el vicepresidente segundo Andrés Terzano y otros vocales como Mateo Sagardoy, Leandro Virardi y María Soledad Boufflet, dejó al cuerpo por debajo del mínimo de integrantes necesarios para funcionar.

El ex secretario Martín Cigna confirmó en conferencia de prensa lo que ya era un hecho: “San Lorenzo está acéfalo. Por responsabilidad principal del ex presidente Marcelo Moretti, San Lorenzo está como está”. La Asamblea de representantes será la encargada de definir cómo se recompone la conducción, en un clima de incertidumbre política y social.

Mientras tanto, la ausencia de Moretti en la reunión clave de Comisión —alegando razones de seguridad— y el silencio de Néstor Ortigoza, también vocal y símbolo de la Copa Libertadores 2014, alimentaron el malestar de los hinchas, que coparon los accesos al estadio con banderas y cánticos contra la dirigencia.