El Gran Premio de Italia en Monza comenzó con más dudas que certezas para Alpine. En la primera sesión de entrenamientos (FP1), el equipo decidió ceder el auto a Paul Aron, quien protagonizó un trompo en su debut con el A525. Ya en la FP2, fue el turno de Franco Colapinto, que completó 30 vueltas, pero terminó en el puesto 20° con un tiempo de 1:21.564, por detrás de su compañero Pierre Gasly, que se ubicó 18°.

El piloto argentino reconoció que el monoplaza no ofreció buenas sensaciones: “Tratamos de girar con más combustible y el auto se sintió pesado. Nos costó mucho encontrar el ritmo. Creo que hay que mejorar la performance porque estamos lejos”, admitió Colapinto.

El oriundo de Pilar, que regresa a Monza un año después de su debut en la Fórmula 1 con Williams, comparó su rendimiento con el de Gasly y explicó que había margen para mejorar en un par de curvas, aunque en líneas generales los problemas eran compartidos.

Franco Colapinto. (AFP)

En diálogo con la prensa, el argentino amplió su balance: “Estamos un poco lejos, tenemos poco grip en la parte trasera y eso sobrecalienta las gomas. Hay que trabajar para entender por qué y estar listos mañana. El balance no es bueno y en las rectas sufrimos mucho, algo que ya sabíamos”.

A pesar de estas dificultades, destacó la importancia de volver a rodar en Monza, un circuito que conoce bien de sus días en categorías menores y que tiene un valor especial en su carrera.

El sábado será clave para definir ajustes en el auto antes de la clasificación. Según Colapinto, el trabajo nocturno será determinante para “adaptarse a las limitaciones del coche” y buscar mejoras de cara al domingo.Gasly, por su parte, completó más de 300 km en total y, aunque sufrió una salida de pista en Ascari, también reconoció que el fin de semana será un reto para la escudería francesa.