El fútbol argentino perdió a uno de sus grandes referentes. Miguel Ángel Russo, quien murió a los 69 años, dejó un vacío enorme en el deporte y en el corazón de los hinchas. Los homenajes no tardaron en multiplicarse: jugadores, clubes y colegas lo recordaron no solo por su trayectoria, sino también por su calidez y humanidad.

“Miguelo fue un DT de esos que te enseñan cómo encarar la vida bien plantado”, se escucha decir en un video difundido por las redes oficiales de la AFA. “Tenía la jugada preparada, pero la vida le cambió los planes del partido. Y ahí se ven los verdaderos técnicos. Nos enseñó a recibir buenas y malas noticias, pero siempre de frente, nunca de espaldas.”

Russo dejó una huella profunda en todos los que lo conocieron. Enseñó que el partido hay que jugarlo sin importar los pronósticos, que el ejemplo vale más que cualquier grito y que los equipos se construyen como familias, donde los jugadores son como hijos. “Nos mostró que no hay mejor respuesta a las críticas que una sonrisa y que no hay que esperar al entretiempo de la vida para disfrutar cada minuto del partido.”

“Si había un DT de la vida, ese era Miguelo. Porque cuando el referí pitó el final, todos dijimos lo mismo: se ganó. Se ganó el cielo por goleada”, concluye el emotivo video de la AFA.

Los homenajes de Boca y Rosario Central

Entre los muchos mensajes, Boca Juniors publicó un video con palabras del propio Russo sobre su amor por el club: “A Boca uno nunca le puede decir que no”, “La gente de Boca marca un después siempre“, “Una de las claves de Boca es disfrutarlo“, “Respeto mucho a la gente. Donde voy, siempre hay gente de Boca“, “La Bombonera está, siempre. Siempre va a estar, esté quien esté“, fueron cada una de las frases de ‘Miguelo’ que citaron en el video, que termina con una sonrisa del DT.

Por su parte, Rosario Central, otro de los clubes donde fue ídolo, también lo recordó con emoción. “Soy un agradecido de la vida. Me enojo, sí, pero me río mucho más de lo que me enojo. Vivo tratando de disfrutar permanentemente. Siempre me gustó divertirme, reírme. Mis amigos lo saben. Tomo el fútbol como algo natural. Tengo tanto amor por la pelota que, si me levanto y la veo, le doy un beso. Doy gracias permanentemente. Esa es la realidad.”

Y cerraba con una frase que hoy emociona a todo el fútbol argentino: “Mientras Central siga sonriendo, Miguel también va a seguir sonriendo. Porque si él sonríe, a todos nos va bien.”