Revelación: Lionel Scaloni confesó que es bostero desde chico
Con el lanzamiento del libro de su vida, el entrenador de la Selección contó detalles desconocidos de su infancia. Su jugador preferido en Boca
Lionel Scaloni sorprendió con una confesión que sin lugar a dudas hizo ruido en el mundo del fútbol argentino: el entrenador campeón del mundo reconoció en su flamante biografía que de chico era hincha de Boca. El DT de la Selección, con pasado de futbolista en Newell’s y Estudiantes, abrió su corazón en las páginas de “Una historia sincera y real de lo que viví”, donde reveló detalles íntimos de su infancia en Pujato.
“Con mi hermano Mauro nos hicimos hinchas de Boca por el abuelo Deolindo, con el que convivíamos”, relató Scaloni, antes de explicar que en su propia casa convivían varias pasiones: “Mi viejo es de River y mi vieja eligió Rosario Central porque tenía los mismos colores que el equipo de su papá”. La elección xeneize se consolidó por la figura de su abuelo y también por la complicidad de su padre, que pese a ser millonario los acompañaba a la Bombonera. “Mi viejo nos llevaba a ver a Boca siendo de River porque si nos veía felices, él también lo estaba. Aunque tampoco era fanático. A veces nos compraba las entradas Barulich y otras nos metíamos de colados por un amigo que tenía mi viejo en la puerta de la popular del Riachuelo. Nos hacía pasar”, recordó.
Ese fanatismo juvenil lo llevó a presenciar un momento histórico: “Estuve en la Bombonera el día del gol de Benetti cuando Boca fue campeón en el ‘92”. Aquella conquista del Apertura, que cortó una larga sequía xeneize y quedó marcada por la corrida inolvidable de Claudio Benetti ante San Martín de Tucumán, también quedó guardada en la memoria del actual DT albiceleste.
Como muchos chicos de su época, Scaloni se identificaba con los símbolos de la garra y el sacrificio. “Mi ídolo de chico era Giunta porque yo corría y metía como loco. Toda la vida hice la de ir al piso a barrer, era una jugada típica mía. Y en esa época, Giunta era un símbolo. Fabián Carrizo también metía como loco. Admiraba a los dos. El Toti Iglesias era otro que me gustaba mucho… Iba al peluquero con la (revista) SúperFútbol en la mano y le pedía que me cortara el pelo como él”, confesó..
El libro, escrito por Diego Borinsky y publicado por Sudamericana, recorre 100 historias a lo largo de 544 páginas y promete mostrar al Scaloni más íntimo. Pero entre los múltiples relatos de vestuarios, logros y amistades, la revelación de su corazón azul y oro ya genera repercusión entre hinchas y detractores. No se trata de un guiño menor: el DT que cambió la historia de la Selección admite haber vibrado de chico con Giunta, Benetti y las tardes en la Bombonera, lo que en la Argentina futbolera alcanza para encender cualquier debate.