Después del empate de Boca 2-2 con Central Córdoba de Santiago del Estero, este lunes Miguel Ángel Russo quedó internado bajo observación en una clínica de la Ciudad de Buenos Aires por un cuadro de deshidratación. Así lo informaron fuentes del propio club.

El entrenador fue a realizarse unos controles y los médicos le ordenaron que se quedara en el lugar con asistencia durante, al menos, 24 horas, como había sucedido hace algunas semanas. Esto expone la delicada situación de salud del ex técnico de San Lorenzo.

Russo, de 69 años, estuvo en el banco de suplentes el domingo en La Bombonera, pero no se lo vio de buen semblante. Incluso, en la conferencia de prensa también estuvo debilitado, aunque cumplió con su deber de responder preguntas. Por parte del club no ha habido comunicación alguna ni se anticipa ningún tipo de medida.

Mientras tanto, periodistas e hinchas piden que se priorice la salud del DT, quien fue diagnosticado con cáncer de próstata en 2017 y, tiempo después, recibió el alta.

El próximo compromiso de Boca es el sábado, cuando visite a Defensa y Justicia por la fecha 10 de la Copa de la Liga. El Xeneize marcha tercero en el Grupo A, por detrás de Unión y Barracas Central. En lo que resta del año, no tiene otras competencias por delante, ya que en la temporada quedó eliminado de la Copa Libertadores y de la Copa Argentina.