El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) confirmó que la inflación de agosto de 2025 fue del 1,9%, un dato que quedó por debajo de las proyecciones privadas, como la del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que había estimado un 2,2%. En términos interanuales, la inflación alcanzó el 33,6%, tres puntos menos que en julio, lo que refleja una leve desaceleración en la comparación anual. Sin embargo, más allá de los porcentajes generales, lo que impacta directamente en la vida cotidiana de los hogares son los precios de los productos básicos.

En ese sentido, el relevamiento mostró contrastes notables. Entre las mayores subas se destacaron los tomates redondos (+16,2%), seguidos por los limones (+13,2%) y las bananas (+9,3%). Los artículos de higiene personal también se encarecieron, con los desodorantes (+5,5%), mientras que el pan lactal de mesa cerró el grupo de los productos con mayores alzas con un incremento del 4,4%.

Qué productos subieron y cuáles bajaron en agosto: el top 5 de la inflación

En el extremo opuesto, la lechuga registró una fuerte baja del 20%, mientras que la harina de trigo común (-3,9%), el arroz blanco simple (-2%), la papa (-1,7%) y el agua sin gas (-1,6%) también retrocedieron. Estas caídas funcionaron como contrapeso dentro del rubro alimentos, que en conjunto subió 1,4%, por debajo del índice general.

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Por sectores, el panorama fue igualmente diverso. Transporte lideró las subas con un 3,6%, impulsado por el ajuste en combustibles y en el transporte público del Área Metropolitana de Buenos Aires. Le siguieron Vivienda, agua, electricidad y gas (+2,7%), debido a la actualización de tarifas residenciales, y Educación (+2,5%), traccionada por el aumento en las cuotas escolares. El rubro Salud marcó un 1,7% por los incrementos en prepagas y medicamentos. En contraste, prendas de vestir y calzado volvió a mostrar un retroceso, con una baja del 0,3%.

El balance de agosto refleja una inflación contenida en torno al 2%, en línea con la estrategia oficial de regulación de tarifas y del tipo de cambio. No obstante, en las góndolas se evidencia un escenario de claroscuros: mientras frutas como el tomate, el limón y la banana se encarecieron con fuerza, la caída de precios en la lechuga, la harina y el arroz alivió, en parte, la presión sobre el bolsillo de los consumidores.