Las exportaciones de manzanas hacia China alcanzaron en la última temporada las 106.018 toneladas, lo que representa un incremento del 18% en comparación con el año anterior. Esta cifra, que marca el nivel más alto desde la pandemia, corresponde a los envíos realizados por los tres principales proveedores del hemisferio Sur: Chile, Nueva Zelanda y Sudáfrica. ¿Y Argentina?

A pesar de ser la quinta exportadora de manzanas a nivel mundial, el país no realizó ninguna exportación al gigante asiático en este periodo, según datos oficiales del SENASA. Si bien se exportan anualmente un promedio de 280.000 toneladas de manzanas, ninguna de estas viaja a oriente. Esto contrasta con el caso de la soja, donde China se posiciona como nuestro mejor cliente.

Según un informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el consumo de manzanas en China ha incrementado en los últimos años de la mano de la creciente concientización sobre el bienestar y la alimentación saludable. El sabor y el valor nutricional se convirtieron ahora en factores determinantes que superan al del tamaño del fruto.

Tras la fuerte baja en la cosecha de 2023 provocada por el ciclón Gabrielle, Nueva Zelanda recuperó su producción de manzanas, volviendo a posicionarse como uno de los principales países exportadores de este producto. A esto se sumó un creciente interés de los consumidores chinos por nuevas variedades no disponibles en la oferta local.

Chile, por su parte, también registró un aumento del 13% en sus exportaciones respecto a la temporada anterior. Sin embargo, la variedad Royal Gala registró un retroceso de exportaciones por segundo año consecutivo, dado que China ha optado por privilegiar mercados como Brasil, Colombia y Ecuador, así como destinos más lejanos como India y Arabia Saudita. 

A pesar del incremento registrado, las importaciones de manzanas del hemisferio sur representan un volumen reducido en comparación con la producción local china, que para esta temporada se estima en 48 millones de toneladas. De todas maneras, la creciente demanda de otras variedades y de mayor calidad podría seguir sosteniendo el interés de los importadores en los próximos años, consolidando a Chile, Nueva Zelanda y Sudáfrica como sus principales proveedores.