Milei le manguea 30.000 millones a Trump: ¿Se viene la dolarización?
El gobierno argentino negocia un superpréstamo con el Tesoro de EE. UU. para pagar deudas
En 2023, Javier Milei llegó a la presidencia con una promesa de campaña: dolarización. La mayoría de los economistas aseguraba en esa época (y todavía hoy) que eso era imposible. Pero el candidato libertario juraba que lo haría, y hasta decía tener los fondos ya acordados con supuestos inversores en su teléfono.
Ya en el poder, Milei hizo un programa económico más bien clásico, con ajuste fiscal y control monetario para bajar la inflación. Tuvo medidas que liberaron el uso de dólares en distintos ámbitos, pero no una dolarización efectiva de todos los pesos en circulación.
Cuando le preguntaban por la dolarización, el presidente ponía diversas excusas, como que “la casta” no se lo permitió, o prometía hacerlo en algún punto indeterminado en el futuro. También se habló de “dolarización endógena”, es decir limitar la cantidad de pesos para que los propios argentinos terminen usando sus dólares para las transacciones diarias, algo que al final nunca terminó de pasar.
Pasaron los meses, Argentina firmó un nuevo acuerdo con el FMI por 20 mil millones de dólares, se instalaron las bandas de flotación cambiaria, el equipo económico prometió que el dólar se iba al piso de la banda. En el medio pasó la cosecha del agro, el Gobierno acumuló pocos dólares en las reservas, el tipo de cambio empezó a subir, el riesgo país también. La derrota electoral libertaria el 7 de septiembre disparó las expectativas negativas y la falta de reacción oficialista hizo saltar el dólar al techo de la banda, el riesgo país a 1.500 puntos y las perspectivas del programa económico hacia el vacío.
En ese escenario, sólo en la última semana, el Banco Central tuvo que vender 1.100 millones de dólares en reservas para mantener el dólar en la banda. Por eso, Milei se reunirá el martes con Donald Trump en Nueva York para pedir un préstamo de 30.000 millones de dólares al Tesoro de los Estados Unidos.
La idea no es del todo disparatada. Milei es el principal aliado de Trump en la región, y el republicano ya lo apoyó en público más de una vez. En abril, cuando Argentina anunció la salida parcial del cepo, vino de visita a Buenos Aires, Scott Bessent, Secretario del Tesoro de EE.UU., para respaldar el programa económico. Incluso sugirió la posibilidad de financiar a nuestro país ante una “crisis externa”.
Ese tipo de financiamiento del Tesoro ya se aplicó hace 30 años en México ante la Crisis del Tequila, en parte para evitar que la crisis se extienda a Estados Unidos. Y, detalle no menor, esto no es un sacudón externo, sino una crisis 100% originada en Argentina.
Pero la factibilidad no importa mucho cuando de dolarizar se trata. Los libertarios y algunos economistas afines al oficialismo entraron en modo “se viene”, por una cuenta sencilla: calculan que esos 30.000 millones, sumado a lo que ya mandó el FMI, permitirían, ahora sí, dolarizar la economía argentina.
El propio Milei alimentó esas versiones. “Si llegada la oportunidad, los argentinos deciden dolarizar, y contamos con el financiamiento para hacerlo, se hace”, dijo en una entrevista con Radio Mitre. Luego aclaró que haría falta una consulta popular vinculante, y que el proceso podría durar unos cuatro años.
Sobre la negociación con Trump, el presidente aseguró: “Por suerte estamos muy avanzados en las negociaciones y haremos todo lo que sea necesario para preservar el bienestar de los argentinos y seguir adelante”.