El enfrentamiento entre Yanina Latorre y Nancy Pazos sumó un nuevo capítulo en A la Barbarossa, aunque esta vez con menos energía que en otras ocasiones. Aun así, las panelistas no pudieron evitar lanzarse filosos dardos en plena emisión, dejando momentos cargados de ironía, pasividad tensa y reproches cruzados.

Durante la charla, Yanina Latorre fue consultada sobre su relación con Nancy Pazos, y si volvería a trabajar con ella. Fiel a su estilo directo, respondió con una mezcla de sinceridad y sarcasmo: “Me parece una mina muy inteligente, que a veces le gana... no sé si el ego, la soberbia o la inseguridad. No entiendo por qué no querías venir si yo estaba. No iba a pasar nada malo, ni íbamos a discutir de política. Solo venía a divertirme y pasar un buen rato”.

A lo que Nancy contestó, con un tono más calmo: “No sabía que ibas a venir. Me enteré después. Dicen que vos exigiste que estuvieran todos, pero eso no es verdad. A mí me invitaron, y después me dijeron que preferías no venir si estaba yo”.

El intercambio continuó con una conversación sobre cómo se toman las decisiones dentro del programa. En medio de la tensión, Yanina Latorre marcó su posición con firmeza: “Yo trabajo en LAM y cuando Ángel invita, uno va y trabaja. A veces discuto con la producción sobre lo que es mejor para el programa. Pero no pongo condiciones, eso lo decide la conductora. Evidentemente, tengo ese lugar para hacerlo”.

Mientras tanto, Georgina Barbarossa se mostró algo incómoda y dejó ver que no siempre siente el mismo espacio: “A veces parece que estoy pintada, pero no. Tengo paciencia, aunque a veces cuesta”.

Uno de los momentos más curiosos se dio cuando Georgina Barbarossa intentó suavizar la charla, pero las miradas y gestos entre Yanina y Nancy delataron la incomodidad. Entre risas, Yanina interrumpió: “Voy a hacer un curso acelerado para mirar bien a cámara". A lo que Pazos, fiel a su estilo, comenzó a dar cátedra:  "Acá es distinto. En mi panel todos hablan de frente y las cámaras son más abiertas. Acá están muy cerca”.

Lejos de subirse al enfrentamiento, Georgina fue más lejos y cortó en seco la discusión: “Está todo bien, de verdad. Es distinto, pero está todo bien”.