En una entrevista con Mario Pergolini en Otro día perdido, Antonio Laje reveló que fue él quien acuñó uno de los términos más recordados de la historia económica argentina: “corralito”. La palabra, que se volvió sinónimo de la crisis de 2001, surgió en una redacción de televisión en medio de un país en vilo.

Durante la charla, Laje confirmó la versión que desde hace años circulaba en el ambiente periodístico: “Eso es cierto, sí”, respondió cuando Pergolini le preguntó si efectivamente había inventado el término. Por aquel entonces, trabajaba junto a Daniel Hadad en el programa Después de Hora.

Se venía el corralito y había que tratar de contarle a la gente, ‘andá a sacar la guita al banco porque no vas a tener’”, recordó. El desafío era enorme: informar a millones de personas sobre una medida drástica sin generar una corrida bancaria. “Hablando con Daniel Hadad, yo le digo, bueno, pensá en una granja, pensá en esto. ¿Qué hacés para que no se escapen las ovejas? Hacés un corralito. Bueno, un corralito. Contándole que eso es lo que viene. Y ahí quedó la palabra”.

El término “corralito” fue utilizado para describir la decisión del entonces ministro Domingo Cavallo de restringir el retiro de dinero en efectivo de los bancos, una de las medidas más simbólicas de la crisis económica y política de fines de 2001. La idea era evitar el colapso del sistema financiero, pero su implementación desató protestas masivas y marcó una época.

Laje recordó que la emisión era “un programa recontrasuper visto” y que una sola palabra podía tener un impacto real en la economía: “Si vos elegías una palabra mal o decías algo, generabas una corrida”, explicó. “Estaba, acordate lo que era el país en ese momento. Complicadísimo”.

Con el tiempo, la expresión trascendió fronteras: “En España también si llega a pasar eso le también le dicen la palabra corralito”, comentó Pergolini. Y Laje remató: “Eso quedó con corralito”.

Antonio Laje estuvo en el programa de Mario Pergolini (Crédito: eltrece)

Más allá de su trayectoria en los medios y su rol en uno de los momentos más tensos de la historia argentina, Laje también compartió un costado personal: su pasión por volar. Contó que siempre soñó con ser piloto desde chico, cuando su abuelo lo llevaba cada fin de semana a Aeroparque a ver los aviones despegar desde la terraza.

Siempre quise ser piloto”, dijo, y explicó que recién pudo cumplirlo de grande, cuando pudo ahorrar para pagar las horas de vuelo. Hoy es piloto privado —aunque nunca lo hizo de manera comercial— y recuerda cada etapa de su formación como un logro personal.

La historia detrás de una palabra puede ser mucho más que una anécdota lingüística. En este caso, “corralito” condensó un momento histórico, un clima de país y una decisión comunicativa que quedó marcada en la memoria colectiva. Y en paralelo, detrás del periodista que la pronunció por primera vez, está también el niño que miraba aviones desde una terraza.