El año sabático se transformó en un verdadero rito entre los jóvenes de la realeza europea. Para muchos, representa la primera experiencia de libertad tras años de estricta formación académica: una oportunidad de autodescubrimiento, viajes o voluntariados. En el caso de los herederos reales, estos meses suelen ser la última ocasión de escapar al foco mediático antes de iniciar estudios universitarios o formación militar.

La más reciente en anunciar su decisión fue Ariane de Holanda, de 18 años, quien confirmó que se tomará un año sabático tras graduarse en el UWC Adriatic. La princesa sigue así los pasos de sus hermanas mayores, Amalia y Alexia de Holanda, y de otros royals europeos que aprovecharon este período para sumar experiencias vitales antes de asumir obligaciones oficiales.

La princesa Amalia de Orange también optó por un año sabático antes de comenzar sus estudios en la Universidad de Ámsterdam. Su idea inicial era viajar y realizar prácticas laborales, aunque la pandemia de coronavirus frustró sus planes y la llevó a colaborar en el Oranje Fonds, fundación benéfica creada por sus padres.

Por su parte, Alexia de Holanda se tomó un descanso antes de mudarse a Londres para estudiar Ciencia e Ingeniería para el Cambio Social en el University College. “He tenido dos años muy ajetreados, creo que lo mejor es tomarme un año sabático antes de hacer planes de futuro”, declaró en ese momento.

Ariane de Holanda se suma a la tendencia real del “año sabático”

La tradición no se limita a los Países Bajos. Christian de Dinamarca realizó voluntariado en África oriental antes de iniciar su formación militar. Los príncipes Guillermo y Harry del Reino Unido también vivieron intensos años sabáticos.

El príncipe Guillermo trabajó en granjas, participó en proyectos de conservación en África y pasó diez semanas en Chile enseñando inglés, experiencia que calificó como transformadora. Paralelamente, Kate Middleton aprovechó su año sabático para estudiar arte en Florencia y participar en voluntariados, aunque no coincidió con Guillermo por pocas semanas.

El príncipe Harry vivió su año sabático en Australia y Lesoto, donde trabajó en una granja, jugó un partido de polo internacional y se involucró en labores humanitarias. Incluso produjo el documental El reino olvidado: el príncipe Harry en Lesoto.

En España, los Urdangarin también se sumaron a esta práctica. Irene Urdangarin siguió el camino de su hermano Juan y realizó voluntariado en Camboya antes de iniciar sus estudios de Hostelería y Turismo en Oxford Brookes.