El detrás de escena del regreso de La Oreja de Van Gogh
Diecisiete años después de su partida, Amaia Montero vuelve a ser la voz de la banda española
Fue así que, un día cualquiera, Amaia Montero volvió a La Oreja de Van Gogh. Diecisiete años después de su partida para construir una carrera solista, la voz que definió una generación regresa al punto de partida: ese sonido de melancolía y emoción que hizo del pop español un refugio sentimental.
El anuncio no llegó con estridencias, sino con la elegancia de lo inevitable. Desde San Sebastián, “su escondite en el mundo”, la banda publicó un comunicado impregnado de nostalgia y gratitud. “Volver juntos al local de ensayo y sentir que todo sigue aquí, que el tiempo nos estaba esperando donde lo dejamos”, escribieron Álvaro, Haritz, Xabi y Amaia, acompañando el texto con un breve video que recorrió el mundo en cuestión de minutos.
Era el final de una espera y el principio de otra historia: en 2026, La Oreja de Van Gogh volverá a los escenarios con una gira que promete noches de reencuentros, himnos compartidos y lágrimas discretas.
La chispa que encendió el regreso
La noticia no fue del todo sorpresiva. En marzo del 2024, Amaia se subió al escenario de Karol G para cantar Rosas, aquel clásico de 2003 que aún sobrevive en cada playlist de nostalgia millennial. La escena —la ovación, las lágrimas, la emoción colectiva— fue suficiente para despertar un rumor que creció como un eco: el regreso estaba más cerca de lo que nadie imaginaba.
Y así fue. Hoy, la banda vuelve con su vocalista original, aunque sin su guitarrista histórico, Pablo Benegas, quien decidió tomarse un descanso tras treinta años de giras y escenarios. “Nuestro querido Pablo sigue siendo parte del grupo, aunque esta vez no subirá al escenario. Después de tres décadas, ha decidido disfrutar más tiempo con los suyos”, aclararon en el comunicado. Una salida silenciosa frente a una vuelta cargada de simbolismo.
Mientras tanto, Leire Martínez, la voz que tomó el relevo en 2008 y acompañó al grupo durante diecisiete años, transita su propia etapa de renacimiento. Desde su salida oficial en octubre de 2024, la artista ha abrazado una carrera en solitario con un tono más íntimo y confesional.
En una entrevista con La Voz de Galicia, Leire habló con una franqueza poco habitual en la industria. “Ha sido uno de los aprendizajes más grandes de mi vida, en muchos aspectos. No solo en lo profesional, también en lo emocional y en lo personal. He vivido experiencias únicas que no creo que se repitan. Y no pasa nada. He tenido la suerte de poder vivirlas de su mano”.
La cantante admitió, sin rencor, no saber exactamente por qué la banda prescindió de ella. “No tengo ni idea. De verdad. Creo que solo ellos pueden darte respuesta a esa pregunta.” Su nuevo single, Mi nombre, nació —según sus propias palabras— de una necesidad urgente: “vomitar lo que estaba sintiendo”.
“Ignorar los sentimientos que no nos resultan agradables nunca es la solución. He necesitado hablar de ello y decir: ‘Me siento así y ya está’. Fue un ejercicio de terapia. Necesitaba desbloquear esa pantalla y poder avanzar.”
Leire describe este momento como una catarsis personal, pero insiste en que su música no se limita a su ruptura con la banda: “Mi catarsis no solo tiene que ver con La Oreja de Van Gogh. Las canciones nacen de ese proceso, pero también de los giros inevitables de la vida.”
Entre dos etapas y un mismo corazón musical
Ahora, los caminos de ambas cantantes se cruzan en la paradoja perfecta: mientras Amaia Montero regresa al punto de partida, Leire Martínez se lanza al vértigo de lo nuevo. Una historia de espejos donde cada una, desde su lugar, parece buscar la misma cosa: libertad.
Y en el centro, La Oreja de Van Gogh, que vuelve con su mezcla de pop melódico, letras confesionales y melodías atemporales, cierra un círculo que parecía imposible. 20 de enero, La playa, Muñeca de trapo o Rosas no son solo canciones: son pedazos de memoria colectiva, recuerdos que ahora cobran una nueva vida.
Quizás la clave esté en esa frase final del comunicado: “De nuestra amistad y de la pasión por la música nació La Oreja de Van Gogh y, con ambas totalmente renovadas, comenzamos otra nueva etapa en nuestro camino.”
El tiempo, al fin y al cabo, los estaba esperando. Y esta vez, todos estamos invitados a escuchar cómo suena el reencuentro.