Fede Bal volvió a abrir su corazón en una entrevista íntima con Mario Pergolini en Otro Día Perdido (eltrece), donde combinó confesiones sobre su presente laboral, su relación con Carmen Barbieri y una anécdota tan emotiva como insólita sobre el velorio de su padre, Santiago Bal.

Sin filtros, el actor habló sobre su vínculo con Carmen y reconoció con ternura —aunque también con cierta incomodidad— la fuerte dependencia que aún mantiene con ella: “Muchas veces, y esto me da mucha vergüenza, le pido plata a mi madre para pagar tarjetas. Y tengo 36 años”, confesó.

En medio de esa charla, lanzó una frase que descolocó al conductor: “Mi mamá es mi noviecita”. A lo que, Pergolini, sorprendido, atinó a decir: “Bueno, eso es mucho. Es raro, Fede”.

Bal intentó explicar que más allá de lo literal, su madre sigue siendo su mayor apoyo emocional y la persona con la que comparte todo, incluso sus inseguridades: “Tengo un buen momento laboral, pero nunca voy a dejar ese pensamiento de que todo puede terminar de un día para otro. Por eso, cuando hay, disfruto. Me voy de viaje, me compro la nave, la vendo… nada mejor que invertir el tiempo y la guita en uno”.

El velorio más insólito: “Hice una puta fiesta”

Uno de los momentos más impactantes llegó cuando recordó cómo despidió a su padre, el recordado Santiago Bal. Lejos de la solemnidad, Fede decidió celebrar su vida como él hubiera querido: “Cuando se muere, ¡hice una puta fiesta! Dije: ‘Se murió, ahora vamos a celebrar’. Porque es lo que él hubiese querido”.

Según relató, el velorio fue una verdadera escena teatral: “Pusimos Frank Sinatra, entraban vedettes, bailarinas, Moria Casán gritando… compré dos botellas del whisky que le gustaba a él y estaban mis amigos todos”.

El clima fue tan particular que ni siquiera los vecinos del velatorio se quejaron: “En la sala de al lado siempre te dicen ‘bajen el volumen’, pero ese día respetaron. Estaba toda la familia”.

Fede recordó que su padre era un personaje que “amenazaba mucho con morirse” y que en su casa la muerte siempre se trató con humor. “Nos abrazamos, cantamos, bailamos y lo supimos dejar ir con alegría. Él se fue feliz”, aseguró sobre cómo vivió Carmen Barbieri ese momento.

Amor libre y vínculos sin etiquetas

Hacia el final de la charla, Pergolini lo llevó al terreno sentimental y le preguntó por Evelyn Botto, con quien fue vinculado en los últimos meses. Bal, entre risas y titubeos, respondió: “Es un mes intenso. No tenemos una relación, tenemos un vínculo muy lindo, pero no tiene nombre hoy. Y está bien que sea así”.

El actor destacó que se siente cómodo en esa etapa de su vida, sin etiquetas y sin presiones: “Vino de vos, habló súper bien de mí. Todo el mundo habla bien de vos también, y eso está buenísimo”.