Marixa Balli, la figurita difícil que nadie puede domar en la TV argentina
La exvedette atraviesa un renacer profesional y personal que la posiciona como la nueva figura disruptiva de la televisión. Entre Telefe, su marca de ropa en Avellaneda, la firma de calzado Xurama, la radio y sus inversiones, demuestra que su estilo frontal y apasionado sigue marcando agenda.
Marixa Balli atraviesa un renacer profesional y personal que la ubica como una de las figuras más disruptivas de la televisión actual. Su paso por Cortá por Lozano volvió a dejar en evidencia su estilo directo y sin filtros. Frente a Vero Lozano habló de todo: desde su experiencia en LAM hasta su desembarco en Telefe y los proyectos que la mantienen más vigente que nunca. “Fue muy difícil ser panelista, porque tenés que opinar de todo. Lo hice a mi manera: nunca me gustó hacer lo que no me gusta que me hagan a mí”, confesó con franqueza.
Consciente de que incomoda, pero también atrapa, Balli se transformó en “la figurita difícil” que todos quieren tener. Su autenticidad y un carisma innegable le permiten moverse en dos mundos con igual soltura: el de la televisión popular y el de los negocios.
Su costado empresarial se consolidó hace casi dos décadas, cuando inauguró su primera tienda de indumentaria en Flores. Con el tiempo, expandió su marca a polos comerciales como Avellaneda y La Salada, posicionándose como referente en moda urbana. A ese camino se sumó Xurama, su firma de calzado y accesorios, muy instalada en el conurbano bonaerense. Pese a los problemas burocráticos y hasta clausuras que ella denunció como “ilegales”, Balli defendió su proyecto con la misma garra que muestra frente a las cámaras.
Además, diversificó su perfil: invirtió en propiedades y exploró la radio con La Balli está Salada en AM 1300. Esa experiencia la llevó hoy a formar parte del ciclo Negropolis junto a Elizabeth Vernaci en Rock & Pop, donde cada mañana suma su impronta única.
Si en los años ’90 fue “la chica del momento” en la música y el baile, hoy Marixa Balli representa otra cosa: es una mujer que desafía las reglas del panelismo, marca agenda con sus apariciones y conquista a un público que valora su transparencia en un medio dominado por estrategias y silencios calculados.
Su salida de LAM demostró que no está dispuesta a encasillarse. “Las productoras son celosas, quieren exclusividad. Yo quería otra cosa, dar un paso al costado, agradecida, pero con ganas de nuevos rumbos”, explicó. Esa decisión le abrió las puertas de Telefe, donde hoy se luce como invitada de lujo y amplifica su llegada a nuevas audiencias.
En paralelo, proyecta un viaje con Marley a la India para Por el mundo, destino que siempre soñó conocer. Esa combinación de aventura, televisión y vida personal refleja a la perfección el presente de Balli: una mujer que se reinventa en cada paso y que encontró la fórmula para equilibrar show y negocios.
Auténtica, imprevisible y siempre apasionada, Marixa Balli se consagró como la gran “figurita difícil” de la tele: la que todos buscan y a la que nadie logra domar.r.