Este martes, durante una distendida charla con Nazareno y Minerva Casero en Deja que entre el sol, su programa en Vorterix, Mario Pergolini sorprendió al hablar abiertamente de su salud mental. En un tono sincero y sin dramatismos, el conductor reflexionó sobre un período de su vida en el que sufrió depresión y ataques de pánico, y sobre cómo ese proceso cambió su manera de ver la vida y la muerte.

“Lo pensé en una etapa de mi vida, lo cual te angustia. He pasado por depresión, pánico y después, cuando lo pude solucionar, que creo que lo logré con terapia, ya no me importa realmente”, confesó Pergolini ante la pregunta de su entrevistadora sobre si pensaba en la muerte. Con la naturalidad que lo caracteriza, agregó que, una vez que atravesó ese proceso, dejó de sentir miedo o preocupación por el paso del tiempo. “No me importa si sucede mañana, no está en mi cabeza, no me frena nada. Es algo que va a pasar, no me importa. Pero creo que lo laburé después de mucho tiempo”, explicó.

Sus palabras dejaron entrever un cambio profundo en su manera de afrontar la vida. Sin el tono provocador o irónico que suele marcar su estilo, Pergolini habló desde la experiencia, poniendo en primer plano la importancia de la terapia y la introspección personal para superar momentos críticos. “Supongo que te angustia, ¿no? Sí, supongo que angustia”, respondió cuando le preguntaron por qué le había importado tanto en su momento la idea de la muerte.

Durante la conversación, también se refirió a cómo el paso del tiempo transformó su vínculo con la paternidad, un tema que abordó con la misma honestidad. “Un hijo no es siempre igual. No es el mismo a los cinco que a los siete. No es el mismo el primero que el segundo o el tercero. Ahora viene Tomás, ¿no? Es un hombre de 30 y pico de años. Mi relación con él de padre, por supuesto que existe, pero ya no es la misma. Yo ya no le puedo decir ‘no Tomi, no hagas eso’. Terminás diciendo ‘bueno, listo, despreocupate, ya no tenés esta labor’”, reflexionó.

Lejos de buscar generar impacto, sus declaraciones resonaron por su autenticidad. En tiempos donde cada vez más figuras públicas se animan a hablar de salud mental, Pergolini se sumó con un testimonio que combina crudeza y serenidad. No dramatizó ni se victimizó: simplemente compartió una etapa que, según él, logró atravesar “después de mucho tiempo”.

Sus palabras se insertan en un contexto en el que la salud mental dejó de ser un tema tabú en los medios. Cada vez más artistas, periodistas y deportistas hablan de sus propias experiencias con la depresión, el pánico o la ansiedad, generando un debate necesario sobre la presión, la autoexigencia y la vulnerabilidad en una sociedad hiperconectada.