A más de veinte años de su histórica pelea, Adrián Suar y Mario Pergolini volvieron a encontrarse cara a cara. El encuentro se dio en Otro día perdido, el nuevo programa del ex conductor de CQC donde no faltaron las chicanas sobre el cruce que tuvieron en 2002 -cuando el Chueco asumió como gerente de Programación- que casi termina a las piñas. 

“Muy pocas veces a mí me han puteado de local en mi casa”, aseguró el dueño de Pol-ka antes de iniciar con el insólito relato de la discusión. Su objetivo era modificar el horario de Caiga Quien Caiga ya que éste coincidía con el de las ficciones. Como era de esperar, esta decisión no fue del agrado del conductor del programa periodístico. 

“Eras una persona muy joven para dirigir un canal. Yo también era joven, pero vos más”, remarcó Mario, haciendo referencia a Adrián quien, en ese entonces, tenía 34 años. "Nosotros teníamos un programa con el que nos iba bastante bien. Íbamos los martes. Y el señor asume, entonces quiere dar su cambio, su impronta”, agregó irónicamente.

Suar, por su parte, siguió con el relato: “Yo estaba feliz de tener Caiga, pero ya tenía en ese horario, para los martes, el horario de los unitarios de Polka. Hacía 30 puntos de rating, que era lo mismo que hacía Caiga... pero era un programa que para mí, emocionalmente, me había marcado mucho en mi carrera como productor".

Luego de que el gerente le dijera que iban a cambiar de día, el conductor se quedó mudo. “Me miró y ya le vi los ojos celestes que tenían fuego. Me acuerdo de que me dijo: ‘No, no voy a hacer eso’. Y yo le contesté: ‘Mario, no es en contra tuyo, los jueves te va a ir muy bien’. Pero él insistía: ‘No entendés, martes es un clásico’”, siguió contando.

Finalmente, Mario explotó. “Me chupa un huevo”, fue la respuesta del conductor. “Y ahí dije, esto se desmadró”, contó Suar, entre risas, y agregó: ”Yo pensaba, ¿esto termina en trompadas?”. Si bien ambos se levantaron de sus sillas, los otros integrantes de la reunión hicieron lo posible para que la pelea no termine de manera violenta. 

Pergolini terminó retirándose de la oficina pero, fiel a su estilo, lanzó un último insulto. "Cuando se va de mi oficina y se escucha que, con ese vozarrón que tiene, le dice a mi secretaria de ese momento: ‘¡Decile a tu jefe que es un pelotudo!’”, cerró diciendo Suar que, a pesar de los años, recuerda esa discusión con sumo detalle.