Tiempo nuevo: la corona belga ya tiene su influencer de 60 años
La condesa Alexandra de Frederiksborg, primera esposa del príncipe Joaquín de Dinamarca, entró al mundo de las redes sociales y sus contenidos llega a una gran comunidad
El universo de las redes sociales ha comenzado a ganar terreno incluso entre los exmiembros de la realeza. La condesa Alexandra de Frederiksborg, primera esposa del príncipe Joaquín de Dinamarca y madre de sus hijos mayores, Nicolás y Félix, decidió dar un giro a su vida pública y presentarse oficialmente como influencer. En pocos días, su nueva cuenta de Instagram ya supera los 38 mil seguidores, cifra que crece con cada publicación. La realeza ya no es lo que era.
La condesa, de 60 años, explicó que fue su hijo mayor, el conde Nicolás, quien la animó y acompañó en este nuevo proyecto digital. ��Quería meterme en Instagram, pero no tenía ni idea de cómo empezar. Así que mi increíble hijo Nicolás me organizó una sesión de fotos sorpresa. Y ahora aquí estamos”, escribió Alexandra al compartir un video en el que se la ve arreglándose y recibiendo consejos de pose de su hijo, que desde hace años se dedica al modelaje.
El debut de Alexandra en el mundo digital no resulta tan sorprendente si se tiene en cuenta que sus dos hijos mayores, Nicolás y Félix, han encontrado en la moda y la imagen un espacio profesional tras perder los títulos de príncipes en 2023, por decisión de su abuela, la reina Margarita. Nicolás, además de su carrera como modelo, la introdujo a ella en el ambiente influencer y ambos comparten representación en Social Works, una agencia que también trabaja con figuras internacionales como Rocío Crusset o Alex Rivière.
En su perfil, Alexandra ya muestra algunas de sus actividades recientes. Entre sus publicaciones destacan una galería de su viaje a Hong Kong, su ciudad natal, donde posó desde un rascacielos, y otra dedicada a sus vacaciones en la Costa Azul. "Besos de verano en el sur de Francia con mis dos hijos", escribió junto a una imagen en la que aparece con Nicolás y Félix, este último con un look renovado tras raparse la cabeza.
La trayectoria de Alexandra en la familia real danesa fue intensa. Nacida en Hong Kong, conoció al príncipe Joaquín en 1994 y contrajeron matrimonio en 1995. Su entrada a la realeza fue celebrada, y rápidamente ganó popularidad por su cercanía con las causas benéficas, lo que le valió el apodo de “la Diana del Norte”. Durante diez años representó a la reina Margarita en actos oficiales, hasta que en 2005 se concretó el divorcio.
Tras separarse, Alexandra perdió el título de princesa, pero mantuvo el de condesa de Frederiksborg. Dos años más tarde volvió a casarse con el productor Martin Jørgensen, aunque la relación terminó en 2015. Desde entonces ha permanecido soltera, enfocada en sus hijos y en una vida más discreta, lejos del protocolo de la corte danesa.
Mientras tanto, el príncipe Joaquín rehizo su vida con la princesa Marie, con quien tuvo dos hijos más: Henri, de 16 años, y Athena, de 13. Aunque ya no pertenece a la Casa Real, Alexandra parece haber encontrado en Instagram una manera de seguir en contacto con el público, pero en sus propios términos. El movimiento también refleja cómo la realeza europea se adapta a las nuevas plataformas: desde el rey Federico y la reina Mary de Dinamarca, muy activos en las redes oficiales, hasta figuras como Nicolás, que transformó su renuncia a un rol institucional en una carrera mediática.