Lisboa vive horas de conmoción tras el descarrilamiento del Elevador da Glória, uno de los funiculares más emblemáticos de la capital portuguesa y una de sus principales atracciones turísticas. El accidente, ocurrido el miércoles a las 18:05 hora local, dejó al menos 17 muertos y 21 heridos, lo que llevó al gobierno de Portugal a declarar el jueves un día de luto nacional.

El siniestro se produjo cuando la formación descendía desde el mirador de São Pedro de Alcântara hacia la Praça dos Restauradores. A la altura de la Avenida de la Libertad, el vehículo amarillo perdió el control y se estrelló contra un edificio. Testigos describieron escenas de horror: una mujer entrevistada por la cadena SIC aseguró que el funicular chocó contra el inmueble “con una fuerza brutal y se derrumbó como una caja de cartón”.

Las imágenes difundidas durante la noche mostraban al coche volcado contra una pared, rodeado de policías, bomberos y equipos de rescate que trabajaron durante horas para asistir a las víctimas. Otro funicular permanecía detenido a pocos metros, mientras turistas y curiosos observaban con incredulidad la magnitud del desastre.

Las imágenes del accidente en Portugal (Crédito: X @pisklauren)

Según los servicios de emergencia, 15 personas —ocho hombres y siete mujeres— murieron en el acto y otras dos fallecieron más tarde en el hospital. Entre los heridos había al menos 11 extranjeros: dos alemanes, dos españoles, una francesa, un italiano, un suizo, un canadiense, un surcoreano, un marroquí y un ciudadano de Cabo Verde.

El Ministerio de Relaciones Exteriores alemán confirmó que su embajada en Lisboa trabaja en la identificación de víctimas. “Lamentablemente, debemos suponer que entre los afectados también hay ciudadanos alemanes. Por el momento no hay información fiable sobre el número”, declaró un portavoz a la AFP.

El diario Observador citó a una fuente policial que aseguró que un hombre alemán murió, su esposa estaba en estado crítico y su hijo de tres años había resultado levemente herido. Los servicios de emergencia confirmaron que un niño de tres años estaba entre los lesionados, aunque no precisaron su nacionalidad.

Las imágenes del accidente en Portugal (Crédito: X @pisklauren)

En total, ocho heridos fueron trasladados al Hospital de Santa María, tres mujeres ingresaron en el Hospital São Francisco Xavier y una mujer embarazada con lesiones leves fue asistida en la Maternidad Alfredo da Costa.

Las autoridades aún investigan el motivo del descarrilamiento. Un informe preliminar señaló que un cable suelto podría haber desencadenado el siniestro, aunque la Policía Judicial mantiene el área aislada para determinar si existió negligencia o responsabilidad criminal.

La empresa Carris, encargada de la operación del elevador, aseguró en un comunicado que “cumplió con todos los protocolos de mantenimiento”. Según detalló, la última inspección general se realizó en 2022, la revisión bianual en 2024 y se cumplen controles diarios, semanales y mensuales “de forma escrupulosa”.

Las imágenes del accidente en Portugal (Crédito: X @pisklauren)

Sin embargo, los sindicatos denunciaron advertencias previas. Manuel Leal, dirigente del sector, recordó que “los trabajadores de Carris presentaron quejas sucesivas (...) en cuanto al nivel de tensión de los cabos de sustentación de estos elevadores”. El gremio remarcó que el mantenimiento del servicio está a cargo de una empresa privada contratada externamente.

Tras el desastre, la portavoz de Protección Civil de Lisboa, Margarida Castro, informó que los otros tres funiculares de la ciudad fueron detenidos “para comprobar las condiciones y la seguridad de su funcionamiento”.

El despliegue de emergencia incluyó más de 20 vehículos terrestres y 62 bomberos, que trabajaron durante la noche en las tareas de rescate. La prioridad fue liberar a las personas que quedaron atrapadas en la estructura del funicular, que transporta cada año a más de tres millones de pasajeros y tiene capacidad para unas 43 personas.

El Elevador da Glória, inaugurado en 1885, es un símbolo de Lisboa. Conecta la Praça dos Restauradores con el Bairro Alto y fue declarado monumento nacional en 2002. No es la primera vez que sufre un incidente: en 2018, uno de sus carros descarriló, aunque entonces no se registraron heridos.