La violencia en Medio Oriente sumó un nuevo capítulo este fin de semana, cuando un dron lanzado desde Yemen impactó en la ciudad de Eilat, al sur de Israel, dejando al menos veinte personas heridas, entre ellas dos en estado grave. El hecho fue confirmado por el servicio de emergencias israelí, el Magen David Adom (MDA), que desplegó de inmediato a su personal en la zona.

"El MDA está brindando atención médica y evacuando a 20 heridos al Hospital Yoseftal, entre ellos 2 hombres en estado grave, de unos 60 años, con lesiones graves en las extremidades; 1 herido moderado con heridas de metralla en la parte superior del cuerpo y 17 heridos leves con heridas de metralla y lesiones en las extremidades", informó el organismo en un comunicado.

El ataque generó alarma no solo por la cantidad de víctimas sino porque constituye el segundo episodio similar en menos de una semana. El pasado 18 de septiembre, otro dron lanzado por los rebeldes hutíes ya había impactado en un hotel de Eilat, aunque en esa ocasión no hubo heridos ni víctimas mortales. Hasta ahora, los hutíes no se adjudicaron formalmente este último bombardeo.

La ciudad portuaria de Eilat, ubicada a orillas del Mar Rojo y considerada un enclave turístico estratégico de Israel, se ha transformado en blanco recurrente de ataques aéreos desde Yemen. Según el Ejército israelí, se intentó interceptar el vehículo aéreo no tripulado, pero la maniobra fracasó. "Tras el sonido de las sirenas en Eilat hace poco, un dron lanzado desde Yemen cayó en la zona. Se intentó interceptarlo y los equipos de búsqueda y rescate están operando en la zona donde se recibió el informe", admitió la institución castrense en un comunicado.

El episodio se suma a una escalada de ataques con misiles y drones protagonizados por los hutíes desde octubre de 2023, cuando comenzó la ofensiva israelí en Gaza. Aunque en mayo pasado se había alcanzado un alto el fuego con mediación de Estados Unidos, los lanzamientos continuaron de manera intermitente, siendo la mayoría interceptados antes de causar daños.

Los hutíes, respaldados por Irán, han convertido estos ataques en una estrategia para presionar a Israel y sus aliados. En represalia, el Estado hebreo intensificó en los últimos meses los bombardeos sobre posiciones hutíes en Yemen. A fines de agosto, un ataque aéreo israelí mató al primer ministro del gobierno insurgente y a otros once funcionarios.

Más recientemente, la semana pasada, una oleada de bombardeos sobre Saná, la capital yemení, y sobre la provincia de Al Jawf provocó al menos 36 muertos y más de 130 heridos, según el Ministerio de Salud controlado por los hutíes. Estos episodios muestran la creciente interconexión de los conflictos en la región, donde los frentes de Gaza, Líbano y Yemen se superponen en una compleja red de alianzas y enfrentamientos.

Los especialistas señalan que el impacto de drones sobre ciudades israelíes, como el registrado en Eilat, forma parte de la estrategia de guerra híbrida de los hutíes. La combinación de ataques de baja escala pero constantes, más la difusión de imágenes de destrucción, busca generar desgaste en la sociedad israelí y mostrar que las defensas de uno de los ejércitos más poderosos del mundo no son infalibles.

La situación también tiene derivaciones diplomáticas. Estados Unidos, principal aliado de Israel, se encuentra en un delicado equilibrio: por un lado sostiene militarmente a Tel Aviv, y por el otro busca evitar que el conflicto en Gaza se extienda aún más en Medio Oriente.