La ultraconservadora Sanae Takaichi fue elegida por el Parlamento para convertirse en la primera mujer primera ministra de Japón. De esta manera, se pondrá fin al vacío político de tres meses que atravesaba el país y a las disputas internas que siguieron a la derrota electoral del Partido Liberal Democrático (PLD).

Si bien la funcionaria de 64 años se convirtió en la primera mujer en liderar el gobierno japonés, nunca mostró interés en promover la igualdad de género ni la diversidad. Conocida por bloquear iniciativas de avance femenino, defiende la sucesión imperial exclusivamente masculina y se opone al matrimonio igualitario y a que las parejas casadas mantengan apellidos separados.

Fanática de la música heavy metal y las motos Kawasaki, Sanae es una baterista aficionada cuyas bandas favoritas son Iron Maiden y Deep Purple. En cuanto a su vestuario, sorprende al vestir trajes azules con el único objetivo de rendir homenaje a heroína: la ex primera ministra británica Margaret Thatcher.

Batera de heavy metal y mano dura: así es la primera ministra de Japón
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A raíz de su fanatismo, muchos medios británicos comenzaron a llamarla la Dama de Hierro de Japón. A esto, ella ha respondido: "No creo que sea una ‘dama de hierro’. Su vibra es la de una mujer de Kansai”. Al igual que la británica, sus medidas políticas son agresivas y polémicas, especialmente para un sector particular de la población.

Y es que, durante su campaña, Sanae ha adoptado políticas agresivas sobre China, minimizó las atrocidades de Japón durante la Segunda Guerra Mundial y, a su vez, prometió regular más estrictamente la inmigración y el turismo. Según aseguran medios locales, la funcionaria ya habría indicado las primeras medidas para su regulación.