Hay novedades en el espacio exterior. El Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) de la Universidad de Hawái había alertado sobre la existencia del cometa interestelar 3I/ATLAS, que viaja en dirección al Sol y ahora ha sido fotografiado por el Telescopio Hubble.

Científicos de la NASA trabajan para entender de dónde proviene y si representa un riesgo para nuestro planeta, sobre todo luego de que se descubriera que se desplaza a una velocidad de 209.000 km/h, más que cualquier cometa registrado hasta la fecha, lo que significa que es más antiguo de lo imaginado. 

Nadie sabe de dónde vino. Es como vislumbrar una bala de fusil durante una milésima de segundo. No se puede proyectar eso hacia atrás con precisión para determinar dónde comenzó su trayectoria”, explicó David Jewitt, de la Universidad de California en Los Ángeles y líder del equipo científico de las observaciones del Hubble. “Esto ahora es posible gracias a nuestras potentes capacidades de estudio del cielo, que antes no teníamos. Hemos superado un umbral”.

Gracias a la imagen obtenida por la NASA, un equipo de expertos pudo calcular el diámetro máximo de la roca en 5,6 kilómetros. Por su parte, el tamaño mínimo del núcleo es de 320 metros de diámetro.

El Hubble fotografió el cometa 3I/ATLAS (NASA)

“El cometa 3I/ATLAS es el tercer objeto que proviene del exterior de nuestro sistema solar que se ha descubierto hasta ahora. Los astrónomos han categorizado este objeto como interestelar debido a la forma hiperbólica de su trayectoria orbital. (Su órbita no sigue una trayectoria cerrada alrededor del Sol). Cuando se rastrea la órbita de 3I/ATLAS hasta el pasado, se observa claramente que el cometa viene desde afuera de nuestro sistema solar”, señala el sitio de la compañía aeroespacial estadounidense. 

Afortunadamente para la humanidad, el cometa pasará a unos 270 millones de kilómetros del planeta Tierra, lo que lo descarta como amenaza. Ahora, se trabaja en determinar sus propiedades físicas, pero el tiempo corre.

Es que hasta septiembre habrá tiempo de conseguir imágenes, porque luego pasará tan cerca del Sol (210 millones de kilómetros) que por la luz será imposible fotografiarlo, por algún tiempo.