El espectacular robo al museo del Louvre en París sigue dando de qué hablar, sobre todo porque aún no hay rastros de los autores. Mientras los investigadores se apuran para intentar recuperar el botín millonario, aparece una sospecha: los ladrones podrían ser parte de la famosa Banda de la Pantera Rosa.

La organización de nombre glamoroso opera desde 2001 y tiene un historial con varios atracos, siempre con objetivos de alto perfil. Se estima que tienen unos 800 integrantes entre hombres y mujeres, muchos provenientes de países balcánicos (sobre todo de Serbia y Montenegro) y con varios de pasado paramilitar o veteranos de guerra.

El golpe que les dio el nombre ocurrió en 2003, cuando se robaron un diamante de medio millón de libras esterlinas en Londres y lo escondieron en un pote de crema facial, un truco que se copiaron de la película El regreso de la Pantera Rosa (de 1975). El año anterior atacaron una tienda londinense de la multinacional Graff y se llevaron 23 millones de libras en joyas.

Rifat Hadziahmetovic, un integrante de las Panteras Rosas, detenido tras un robo de arte en Tokio.
AFP

El detective especializado en arte Arthur Brand sospecha de las Panteras Rosas precisamente por su fama de siempre lograr robos de alto perfil. “Siempre dan golpes temerarios. Robaron en Dubai, Tokio y Miami, y siempre intentan dar el golpe del siglo”, dijo el especialista al diario británico The Sun.

En el ataque al Louvre se llevaron nueve piezas de la colección de joyas de Napoleón III y la corona de Eugenia de Montijo en siete minutos, y obligaron a cerrar el museo parisino por el incidente. “Este por supuesto es el golpe de la década, es como una película, y ellos intentan copiar las películas. Se visten de mujer, escapan en lanchas, siempre apuntan a lo espectacular”, comentó Brand.

La Banda de la Pantera Rosa llegó a acumular 120 robos en seis años en distintas ciudades, siempre con características particulares. En 2001, atracaron una joyería en Biarritz, pero antes pintaron un banco que estaba enfrente para que no hubiera testigos sentados.

En 2005, las Panteras Rosas robaron una joyería en San Tropez con remeras floreadas y escaparon en una lancha. Y en diciembre de 2008 atracaron otra joyería, Harry Winston en París, vestidos de mujer.