El invento del vidrio que se limpia solo ahorrará millones de dólares para China y favorecerá también a miles de ciudades cosmopolitas alrededor del mundo plagadas de acero y vidrio. Este invento revolucionario promete no solo preservar en estado pulcro el cristal, sino también evitar el uso de microplásticos o detergentes contaminantes para el medio ambiente.

Según reportan medios asiáticos y europeos, investigadores de la Universidad de Zhejiang, en China, han creado un vidrio ultrafino capaz de limpiarse solo en cuestión de segundos usando campos eléctricos, sin necesidad de agua, productos químicos ni limpieza manual. El nuevo material elimina hasta el 98 % del polvo adherido a su superficie en solo 10 segundos. 

Limpiar un vidrio es una tarea cotidiana; el vidrio es un material omnipresente en nuestras vidas. Lo encontramos en ventanas, escaparates, placas solares, portones, etc. Pero es costoso mantenerlos sin un rastro de polvo o manchas. Hasta ahora, para edificios de más de 45 pisos puede usarse un robot limpia cristales, aunque no deja de ser un método costoso: primero por el costo de la máquina y, en segundo lugar, por el mantenimiento y honorarios por el manejo.

¿Cómo funciona la tecnología detrás de este cristal autolimpiante? Funciona con la incorporación de finos electrodos grabados directamente en la superficie del vidrio. Las partículas sometidas a este campo eléctrico cambian de dirección e incluso ‘saltan’, generando que se despeguen por completo de la superficie. Este sistema podría ser usado en cualquier tipo de superficie vidriada: placas solares, techos, planos inclinados, etc.

Para lograr este “milagro”, los científicos han creado la estructura del vidrio de solo 0,63 cm, en la que incorporan una red de electrodos que, al ser activados, tienen la capacidad de limpiarse sin la necesidad de esfuerzo y de la intervención humana.

Además, una de sus ventajas más significativas es la versatilidad con la que cuenta: funciona con una variedad de partículas inorgánicas y polímeros orgánicos sintéticos como los microplásticos. Esta característica permite su uso en entornos diversos, desde zonas desérticas o regiones áridas, hasta zonas rurales y urbanas.

La investigación llevada a cabo por los científicos chinos comprobó que, ante una exposición real de ciclos de agua simulando lluvias, la superficie mantiene su capacidad autolimpiante, sin verse afectada por ese fenómeno climático. 

El vidrio mágico que publicitan los chinos también tiene un beneficio adicional e inesperado: el campo eléctrico activo previene la acumulación de nuevas partículas y gérmenes. ¿Se terminará la imagen de obreros colgados de sillitas y de robots en los rascacielos? Los chinos dicen que sí.