Por primera vez en la historia un pulmón de cerdo fue genéticamente modificado para ser compatible en un cuerpo humano, en un suceso que abrió una puerta a un nuevo capítulo en los xenotrasplantes. El hecho sucedió en un hospital de Guangzhou, China.

El paciente es un ciudadano de 39 años que es considerado un humano ‘técnicamente no vivo’ por ser artificalmente mantenido con vida para el desarrollo de este experimento. Después de muchos intentos, y de 216 horas, el órgano logró filtrar oxígeno y dióxido de carbono.

De esta manera, se trató de la primera vez que el organismo de una persona no rechaza un pulmón animal, en este caso proveniente de la raza porcina Bama Xiang, que había sido modificado con tres alteraciones genéticas claves. El órgano logró mantenerse receptivo por el sistema inmunológico humano por -hasta el momento- 9 días y el tiempo sigue corriendo.

La empresa ClonOrgan Biotechnology pudo terminar con el mayor obstáculo de los xenotrasplantes: el rechazo hiperinmune. Antes de este gran suceso histórico para la ciencia, la misma empresa ya estaba trabajando con trasplantes de riñones de cerdo. Uno de los representantes de este experimento científico es el estadunidense Timothy Andrews, que sigue vive hasta el momento. 

A lo largo de la historia se han intentado realizar este tipo de cirugías quiroprácticas en seres humanos, como fue el caso de 2021 con el trasplante a dos personas legalmente fallecidas, a quienes se les insteraron dos riñones genéticamente modificados. Este trabajo había sido realizado por cirujanos de Langone Health de la Universidad de Nueva York (NYU) mientras los cuerpos, al igual que el experimento del ‘pulmón’, permanecían conectados a respiradores.

La decisión de realizar este tipo de pruebas en personas con muerte cerebral es una estrategia deliberada que permite evaluar riesgos sin poner en peligro vidas humanas, lo que contribuye como factor clave para seguir con esta aplicación clínica.

Luego de décadas en el que la ciencia ha oscilado entre el escepticismo y la esperanza, cuando a principios del siglo XX se registraron los primeros intentos de xenotrasplante, que se practicaban principalmente con babuinos o chimpánces, pero también con conejos, ovejas, ahora se logró tener un resultado victorioso con un gen más parecido al humano, que es el de los cerdos. Así que esta no será la última noticia que veremos sobre el avance tecnológico y científico de ‘injertos’ de órganos animales, especialmente de porcinos en personas.