"¡Gran noticia! Estados Unidos ahora posee el 10% de Intel". La declaración del secretario de Comercio, Howard Lutnick, revolucionó Wall Street y el mundo de la tecnología. Donald Trump consiguió lo que más buscaba en el escenario local, alejado del posible conflicto con Venezuela, la tensión constante en Medio Oriente y la guerra entre Rusia y Ucrania.

El presidente norteamericano confirmó lo que muchos ven como una jugada contraproducente para el país: el gobierno de Estados Unidos adquirió un porcentaje del paquete accionario de Intel, la empresa tecnológica creadora de procesadores que se encuentran en la mayoría de las computadoras.

Lutnick señaló que "este acuerdo histórico" refuerza "el liderazgo de Estados Unidos en chips" e impulsará "la ventaja tecnológica" del gigante norteamericano. Según Trump, por el intercambio entre las subvenciones que la empresa ya se había comprometido a recibir por la ley CHIPS, firmada por Joe Biden, la participación de Estados Unidos en Intel pasó a valer aproximadamente 10.000 millones de dólares.

La compañía recibirá un alivio económico crucial para mantener sus costosas plantas de producción, aunque los especialistas advierten una baja en la demanda de sus chips ante el avance de empresas como Huawei o Xiaomi. Desde la Casa Blanca aseguran que es una estrategia de seguridad nacional que reduce la dependencia estadounidense de fabricantes extranjeros. En este punto es donde aparece el principal rival: China.

Trump anunció la adquisición del 10% de las acciones de Intel. (AFP)

"Le dije que sería bueno tener a Estados Unidos como socio. Estuvo de acuerdo, y así lo han hecho", subrayó el empresario republicano, quien no perdió el tiempo y a principios del mes cerró un acuerdo con Nvidia y Advanced Micro Devices para darles licencias de exportación a China a cambio del 15% de sus ventas en ese país. Tras las declaraciones de Trump, las acciones de Intel registraron un aumento del 7%, reflejando el impacto inmediato de sus comentarios en el mercado.

Por otra parte, el historiador económico y autor del libro Chip War, Chris Miller, colocó sus dudas sobre la decisión estatal y marcó que aún falta mucho tiempo para saber si es una buena o mala decisión la del la administración Trump. "¿Cuáles son las medidas de seguridad para garantizar que una participación gubernamental no genere una influencia política perjudicial en la empresa? ¿Cómo una participación gubernamental facilitará la recuperación financiera?".