La biodiversidad de la Tierra está amenazada y en riesgo. El anuncio viralizado como el arca de Noé lunar llamó la atención del mundo científico. La idea de mantener un "seguro de vida" sobre la biodiversidad terrestre en el satélite fue desarrollada por investigadores liderados por Mary Hagedorn, criobióloga de corales del Instituto Smithsonian de Biología de la Conservación.

El mundo extraterrestre podría almacenar, por medio de la creación de un biorepositorio lunar pasivo, muestras biológicas criopreservadas que fueron congeladas a temperaturas extremadamente bajas para detener la actividad biológica y preservar células, tejidos, embriones u órganos.

El estudio dejó atrás el miedo a la extinción de la humanidad por los recursos de nuestro planeta. Según el estudio publicado en la plataforma de investigación académica de Oxford, la Luna es el escenario idóneo para la criopreservación por las temperaturas necesarias (menores a -196°C).

A su vez, al no existir una atmósfera, no hay amenaza de cambio climático ni factores ambientales variables en una posible estación lunar. El posible sitio en el único satélite natural de la Tierra requeriría de una mínima intervención humana y mucha energía solar. Además, debería ser subterráneo, para evitar los golpes de asteorides.

Las células de fibroblastos obtenidas de muestras de piel animal y algunas larvas de invertebrados podrían ser el puntapié inicial de la puesta en marcha. La Estación Espacial Internacional será el escenario principal que albergará por el momento el intento de los científicos. Los desafíos técnicos complican la tarea de los científicos: el empaquetado y envío de las muestras bajo condiciones espaciales durante mucho tiempo son costosos, al igual que el mantenimiento de la temperatura bajo cero, entre otros.

“La actividad humana en la Luna podría aumentar drásticamente en las próximas décadas y establecer y mantener un respaldo a largo plazo de vida terrestre reviste una importancia científica crucial. Idealmente, un acuerdo internacional sobre un biorrepositorio lunar compartido proporcionaría una solución eficaz a largo plazo para proteger la vida”, señala el comunicado con la propuesta. 

Además, no solo podían guardarse semillas y granos, sino también ADN de animales para su posterior clonación: “Proponemos que el biorepositorio lunar incorpore inicialmente una gama de taxones animales en peligro de extinción en la Tierra y que podrían, o serían necesarios, para reconstruir ecosistemas sostenibles y compatibles con la vida humana durante los vuelos espaciales, en otro planeta o de regreso a la Tierra”.

El futuro está cada vez más cerca.