Antártida violeta: arrasó Milei y el peronismo perdió con Biondini
Uno de los datos más particulares que dio esta elección fueron los votos en el sector más austral del país
En el rincón más austral del país también hubo urnas, boletas y conteo de votos. Y si bien la escena política nacional miraba a Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe, fue en la Antártida Argentina donde se dio uno de los resultados más curiosos de la jornada electoral: Alianza La Libertad Avanza obtuvo el 93,06 % de los sufragios, y el peronismo quedó por debajo del FIT y del frente que lidera Alejandro Biondini.
Con 161 votos sobre un padrón muy acotado, la fuerza oficialista se impuso de manera aplastante. Muy atrás, en un escenario casi anecdótico pero políticamente pintoresco, el Frente Patriota Federal consiguió 3 votos (1,73 %), mientras que el Frente de Izquierda y de los Trabajadores - Unidad, el Partido Frente Grande, Provincias Unidas y Fuerza Patria empataron con 2 votos cada uno (1,15 %). En el último lugar quedó Defendamos Tierra del Fuego, con un único sufragio (0,57 %).
En otras palabras: en la Antártida, el peronismo obtuvo dos votos. Los mismos que la izquierda y que otras agrupaciones menores, pero uno menos que Biondini, que rápidamente aprovechó el resultado para montar un gesto simbólico.
“Gracias a los 3 compatriotas que están haciendo Patria en la Antártida y dieron su voto de confianza al Frente Patriota Federal. Nuestra lucha también es por ellos”, escribió el dirigente en sus redes sociales, capitalizando lo que, en otro distrito, sería una cifra insignificante.
Este tipo de resultados no son nuevos en el mapa electoral argentino. La Antártida concentra un padrón ínfimo, compuesto principalmente por personal militar y científico destacado en las bases. Sin embargo, cada voto cuenta mucho en términos porcentuales. De ahí que un puñado de sobres pueda transformar un gesto en un 1, 2 o 3 % que algunas fuerzas aprovechan como bandera.
El contraste no deja de ser llamativo: mientras en gran parte del país se definían bancas y mayorías legislativas, en la Antártida la disputa política se redujo a un número que podría entrar en una sobremesa familiar. LLA arrasó sin competencia real, y detrás quedó una larga fila de partidos que comparten porcentajes similares pero con nombres y proyectos políticos radicalmente distintos.
Lo más pintoresco, quizá, es que el FIT haya conseguido exactamente los mismos votos que el peronismo en un territorio donde ni siquiera hay militancia activa, y que el frente de Biondini los haya superado por uno. No define nada en términos institucionales, pero dice mucho sobre cómo la política también se juega en los márgenes.
Los votos de la Antártida no cambian el rumbo de la elección nacional. Pero todos los años electorales regalan pequeñas postales como esta, que condensan, en un puñado de cifras, parte del folclore político argentino. Esta vez, el paisaje blanco y gélido del sur se tiñó de violeta.