Mientras el kirchnerismo denuncia a Milei por “arrodillarse” ante Estados Unidos y La Libertad Avanza acusa a los kukas de ser los responsables de los simbronazos del mercado, hay una subtrama más profunda que se debate en el fondo de las elecciones nacionales. Cuando los focos están puestos en los dos grandes frentes, hay otros que en estas elecciones se disputan un pequeño espectro de votantes de izquierda y esa lucha se ha puesto más que interesante.

Lejos de las fotocopiadoras de la facultad, en las últimas horas, los carteles de Manuela Castañeira, dirigente del Nuevo MAS, aparecieron tapados con afiches de Myrian Bregman y Christian Castillo, del Frente de Izquierda. Este acto fue denunciado en redes sociales como un acto “machista” por haber sido impulsado, según las acusasiones, por Nicolás del Caño.

En un acto machista y repudiable, el Frente de Izquierda fue a tapar los carteles de Manuela Castañeira. Los narcolibertarios que odian a la única candidata feminista en PBA encontraron un aliado insólito. ¿La razón de la censura? El partido estalinista de Del Caño está nervioso: no le dan los números y pueden perder todo”, escribió Matías Brito, Dirigente del ¡Ya Basta que forma parte de la juventud anticapitalista.

“Antes que atacar a la lista del anticapitalismo, deberían reflexionar acerca de por qué vienen perdiendo apoyo y retrocediendo elección tras elección. Seguir atornillados al Congreso se volvió su principal fin y se olvidaron de hablar de cosas elementales como es el salario de los laburantes. La campaña del FITU carece de programa, así como también la del peronismo. Sus consignas no se diferencian: más diputados para frenar a Milei. Pero ante esa disyuntiva reformista, la gente elije votar al peronismo”, escribió y agregó: "Intentar censurar una voz de laburantes que pueden mostrar su recibo de sueldo (no como Del Caño que nunca laburó en su vida) es un síntoma de impotencia y de decadencia de una experiencia que nunca tuvo el horizonte de construir una alternativa de poder, sino de alimentar mini aparatos electorales. El FITU es una cárcel para los partidos que la integran, han perdido su chispa de combate y se han sometido a un partido de matriz estalinista como es el PTS. La historia no los recordará".

La pelea troska está que arde. Castañeira, quien propone un salario mínimo de 2 millones de pesos, hace años que intenta ganarle el terreno al FIT, pero no lo logra, y esta vez busca ganar una banca. Según los dirigentes de su partido, esta vez están más cerca que nunca.