El anuncio del Gobierno de eliminar de manera temporal las retenciones a las exportaciones de granos hasta el 31 de octubre generó un inmediato revuelo en el sector agropecuario. La medida, comunicada por el vocero presidencial Manuel Adorni, busca “generar mayor oferta de dólares durante este período” y llega en medio de la presión cambiaria y de la necesidad del Banco Central de reforzar reservas.

En ese contexto, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, se enteró en vivo de la noticia durante una entrevista radial con Eduardo Feinmann. Su primera reacción fue de sorpresa: “Porque me acabo de enterar por usted”, dijo al aire, provocando la risa de Eduardo Feinmann, quien lo “felicitó” por escuchar su programa de radio. Además, el conductor debió aclararle que esta medida era hasta el 31 de octubre y no desde el 31 de octubre, como Pino pensaba.

Pino pidió tiempo para evaluar los alcances de la medida y dejó en claro que desde la SRA iniciarían un análisis inmediato para dimensionar el impacto. “Bueno, habría que sentarse ahora cuando lleguemos a la Rural y ver, y analizar, ya pedí que analicen un poco en el instituto de estudios económicos a ver cómo pega esto, a ver de qué dinero se está pensando, ¿no?”, señaló.

La eliminación de retenciones regirá de manera excepcional durante poco más de un mes y alcanzará a todos los cultivos, incluyendo soja, trigo, maíz y girasol. Para el Gobierno, se trata de una apuesta a que los productores aceleren la liquidación de exportaciones y, con ello, se logre un ingreso inmediato de divisas. La urgencia se explica en las tensiones que atraviesa el Banco Central, que la semana pasada vendió 1.100 millones de dólares en un intento de contener el dólar en un contexto electoral cargado de incertidumbre.

“La vieja política busca generar incertidumbre para boicotear el programa de gobierno. Al hacerlo, castigan a los argentinos: no lo vamos a permitir”, advirtió Adorni en su cuenta de X, reforzando el discurso oficial que apunta a mostrar esta decisión como un gesto de estabilidad y confianza.

Desde el campo, en cambio, prima la cautela. Pino reconoció que existen importantes volúmenes de granos que podrían activarse, aunque sin precisar números exactos. “El otro día en los diarios hablaban de 10 millones de toneladas de soja en este caso”, comentó, aunque aclaró que no había hecho cálculos en dólares y que necesitaba de un informe más detallado.