Euforia en los mercados: rally histórico tras el triunfo de LLA
Las acciones argentinas dieron un salto tras las elecciones, mientras que el dólar y el riesgo país cayeron en picada
La contundente victoria electoral de La Libertad Avanza generó este lunes una de las reacciones más favorables de los mercados financieros argentinos en los últimos años. Desde temprano, las acciones, bonos y el tipo de cambio respondieron de forma inmediata al resultado electoral, con fuertes subas en Wall Street, caída del dólar y una baja pronunciada del riesgo país.
La jornada bursátil comenzó teñida de verde incluso antes de la apertura formal de los mercados. Ya en la madrugada del lunes, los ADR, acciones de empresas argentinas que cotizan en la Bolsa de Nueva York, mostraban alzas importantes. Una vez abiertos los mercados, el rally se consolidó con variaciones que sorprendieron incluso a los analistas más optimistas.
Los bancos lideraron las subas: los papeles de BBVA Argentina treparon 41,6%, Banco Supervielle escaló 45,2%, Grupo Financiero Galicia avanzó 37,3% y Banco Macro subió 33,4%.
El sector energético también se subió a la ola de optimismo. Los ADR de Edenor aumentaron 35,8%, seguidos por Pampa Energía (+28,9%), YPF (+25,2%) y Central Puerto (+33,8%). Otras empresas como IRSA (+25,1%), Loma Negra (+30,4%) y Mercado Libre (+4,6%) acompañaron la tendencia.
Este comportamiento marca un contraste con el 8 de septiembre, cuando tras una derrota oficialista en Buenos Aires las acciones llegaron a perder hasta un cuarto de su valor en una sola rueda. Hoy, la lectura es exactamente la inversa: la contundencia de la victoria electoral oficialista redujo la percepción de riesgo y abrió la puerta a un escenario de mayor previsibilidad.
La reacción no se limitó al mercado accionario. El dólar oficial minorista abrió la jornada con una fuerte caída: pasó de $1515 el viernes a $1430 este lunes, una baja de $85 (-5,6%). En entidades privadas, como Banco Santander y Banco Galicia, la divisa se ofrecía a $1400. El tipo de cambio mayorista también retrocedió a $1405, lo que implica una caída de $86,72 (-5,81%) en una sola jornada.
En paralelo, los bonos soberanos argentinos mostraron un comportamiento explosivo: los títulos Globales de corto plazo (GD30D) subieron 15,9% en pre-market y los de mayor plazo (GD41D) avanzaron 23,68%. Esta dinámica anticipaba una compresión significativa del riesgo país, que perforó la barrera de los 1000 puntos básicos y se acerca a la zona de 600 puntos, un nivel que no se veía desde principios de año.
La mejora no es un fenómeno aislado. El último informe de J.P. Morgan analizó en profundidad la reacción de los mercados internacionales tras la victoria oficialista y proyectó un escenario favorable para los activos argentinos. Según el banco, el “spread soberano” podría reducirse más de 440 puntos básicos en los próximos meses, llevando el riesgo país a niveles cercanos a 650 puntos e incluso por debajo, frente a los 1.081 registrados el viernes previo a la elección.
“El rendimiento EMBIGD de Argentina podría bajar 440 puntos básicos para llegar al 10,2% mínimo alcanzado el 9 de enero de 2025 y aún estaría 170 y 206 puntos básicos por encima de Egipto y Pakistán, respectivamente”, indicó la entidad.
J.P. Morgan remarcó que la firmeza del resultado electoral “cambió radicalmente las expectativas del mercado” y que la narrativa financiera podría volver a un “ciclo virtuoso de políticas anclado en la disciplina fiscal y reforzado por esfuerzos para incrementar las reservas internacionales”.
El informe también destacó el rol clave del apoyo político de Estados Unidos en la recuperación de precios de bonos en dólares. Según el banco, ese respaldo “implica medidas concretas adicionales para impulsar la demanda de bonos, incluyendo potenciales recompras”.
Con el riesgo país en torno a 600 puntos, los analistas ya empiezan a proyectar escenarios de financiamiento externo. Un spread soberano r dmás bajo allana el camino para que Argentina vuelva a emitieuda en los mercados internacionales a tasas más razonables. Según estimaciones privadas, si el Gobierno decide salir al mercado con un rendimiento en torno al 9%, podría hacerlo en condiciones considerablemente más favorables que en los últimos años.
En paralelo, la caída de los dólares futuros refleja una expectativa de menor presión cambiaria a corto plazo. “La prima de riesgo política, que pesó durante mucho tiempo sobre los mercados argentinos, debería retroceder de forma pronunciada”, señaló el informe de J.P. Morgan, aludiendo a una mayor capacidad del Banco Central para flexibilizar condiciones monetarias.
A diferencia de otras reacciones efímeras en el pasado, esta vez la tendencia podría extenderse. J.P. Morgan proyectó que “cualquier recuperación tras el resultado mejor de lo esperado no debe venderse; por el contrario, los mercados podrían entrar en un periodo prolongado de convergencia hacia otros soberanos más riesgosos”.
El desafío inmediato será transformar el optimismo financiero en estabilidad macroeconómica. Con reservas aún frágiles y un régimen cambiario que muestra sus límites, los próximos pasos de política económica serán claves. Según el banco internacional, “el enfoque principal se desplazará ahora al marco cambiario” y existe “una ventana para introducir reformas y sumar reservas”.