En una batalla, la victoria no depende del número de soldados, sino de las fuerzas que vienen del Cielo”. El pasaje bíblico de Macabeos fue durante meses el eslogan principal del presidente Javier Milei. La frase aludía a la intervención divina que, con una combinación de tenacidad y suerte, lo había depositado en la Casa Rosada. Pero también señalaba otro arma fundamental para los libertarios: la influencia en redes sociales.

El uso intensivo de redes sociales fue clave para difundir el mensaje de Milei sin contar con una estructura partidaria tradicional. Muchos de esos alfiles digitales luego pasaron a ocupar cargos oficiales en el Gobierno, a consagrarse como referentes de la militancia libertaria o a consolidarse como comunicadores oficialistas.

Los libertarios coparon las redes sociales durante la campaña y, desde allí, lograron permear en los medios tradicionales. En el primer año de la presidencia de Milei, no hubo tema en el que el discurso oficial no lograra imponerse. Las críticas públicas se minimizaban y los opositores eran hostigados.

Para alcanzar ese dominio hubo dos figuras clave. El primero es Fernando Cerimedo, cofundador de La Derecha Diario y arquitecto de la comunicación digital de Jair Bolsonaro. Aunque siempre negó manejar grupos de “trolls”, Cerimedo aparece vinculado a la construcción de los equipos de redes de Milei. El otro es Santiago Caputo, quien comenzó como consultor político en las sombras y luego se transformó en asesor todoterreno y operador del presidente. A él responden muchos de los referentes libertarios en redes sociales.

En noviembre de 2024, la militancia digital libertaria debutó en el territorio con el lanzamiento de Las Fuerzas del Cielo en un acto en la localidad bonaerense de Escobar. Lo encabezaron Daniel “Gordo Dan” Parisini, Agustín Romo, Lucas “Sagaz” Luna, Mariano Pérez (creador del canal de YouTube Break Point), el actual secretario de Culto Nahuel Sotelo y Alejandro “Profe” Álvarez (subsecretario de Políticas Universitarias).

El acto estuvo decorado con pancartas rojas y doradas, que los organizadores describieron como de inspiración romana y los críticos tildaron de fascistas. El Gordo Dan sorprendió al público al declarar que serían el “brazo armado” de Milei, aunque luego aclaró que el “arma” eran los celulares, justamente como herramienta para influir en redes sociales.

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Las Fuerzas del Cielo en Instagram: ""La victoria en la guerra no depende de la cantidad de soldados, sino de las Fuerzas que vienen del Cielo" @javiermilei"

Esas armas hoy duermen el sueño de los justos. Las Fuerzas del Cielo parecen haber abandonado la defensa del proyecto de Javier Milei, justo cuando atraviesa su peor crisis: una combinación de incertidumbre política, corrida cambiaria y desconfianza en el programa económico. Mientras arrecian las denuncias de corrupción contra Karina Milei o José Luis Espert, casi nadie en la militancia libertaria sale a defender la causa. Y si lo hacen, lo hacen a desgano.

El problema viene desde hace unos meses y se debe a la interna en el oficialismo. Karina Milei mantiene un enfrentamiento, hasta ahora de baja intensidad, con Santiago Caputo, por sus diferencias en torno a la estrategia para las elecciones legislativas de este año. La hermana del presidente, a la que llaman “El Jefe”, priorizó presentar candidatos propios en todas las provincias posibles, mientras que el asesor propuso, sin éxito, aliarse con los gobernadores en los distritos donde Milei era popular.

Una de las primeras derivaciones de ese cruce fue dejar de lado a Ramiro Marra como candidato en la Ciudad de Buenos Aires en favor del vocero presidencial Manuel Adorni. La decisión dio resultado y Adorni salió primero en las elecciones porteñas de mayo, pero el desplazamiento de Marra, siempre leal a Milei, se vivió como una traición en la intimidad de los libertarios digitales.

La sensación de traición se profundizó en agosto, con el cierre de las listas electorales nacionales. Karina Milei se aferró a la lapicera y eligió a los candidatos, apoyada en Martín y “LuleMenem. Casi todos los lugares fueron para la política tradicional y nada para la militancia digital. La decepción fue total y no se pudo disimular ni con el silencio irónico del día siguiente en el stream de Carajo.

La interna se profundizó con la derrota libertaria en las legislativas bonaerenses del 7 de septiembre. Los 14 puntos de ventaja que sacó el peronismo acentuaron todos los problemas que hasta entonces se disimulaban en el oficialismo. Gordo Dan empezó a criticar abiertamente en redes sociales al armador bonaerense de Karina, Sebastián Pareja, y a su segundo, Ramón “Nene” Vera. Incluso cargó contra el jefe de Gabinete Guillermo Francos por su pasado peronista. La militancia, que se jactaba de su disciplina militar, ahora rechazaba subordinarse a las directivas de sus superiores.

Otros referentes digitales libertarios fueron menos belicosos y optaron por hacer huelga de brazos caídos. La militancia digital de Milei ya no es lo que era el año pasado. No aparecen sus voces altisonantes para defender el programa económico de Luis Caputo, justo cuando atraviesa una crisis cambiaria. Tampoco defienden a los oficialistas de las denuncias de corrupción. Ni siquiera están haciendo campaña sucia contra los candidatos de Fuerza Patria a menos de un mes de las elecciones. Algún tuit suelto, quizá un retuit, pero no mucho más.

Parte del problema sigue siendo la interna. Santiago Caputo no fue expulsado, como les pasó a muchos de los que osaron cuestionar a Karina Milei, pero quedó en un rol secundario. Su fama de jefe de Gabinete en las sombras se aplacó y, en su lugar, se empoderó de nuevo a Guillermo Francos. El ¿ex? asesor estrella quedó dentro del Gobierno, pero como una especie de consejero electoral: una vuelta a las bases, al rol original que ocupó en la campaña de 2023. Ya casi no usa las múltiples “cuentas secretas” de Twitter con las que solía operar. Los brazos caídos de la militancia digital se explican también por esa decisión.

Las denuncias contra José Luis Espert exponen el abandono libertario de las redes más que nunca: al candidato bonaerense lo quieren más bien poco y nadie salió en su defensa. En algunos casos, además, el archivo es demoledor: circulan viejos mensajes de Gordo Dan y de Lilia Lemoine acusando a Espert de las mismas cosas de las que ahora deberían defenderlo.

El propio Javier Milei sufre también ese vacío. Sus tuits ya no tienen el alcance del año pasado y aparece mucha gente criticándolo en las respuestas. Sus apariciones tampoco se viralizan como antes. Un ejemplo es la entrevista que le dio a Gabriel Anello esta semana en Radio Mitre. En YouTube, ámbito donde el presidente solía dominar, había unas 10.000 personas mirando diversos “vivos” del reportaje. Ni Break Point ni El Peluca Milei se dignaron a retransmitirlo.

Con esa falta de apoyo, Javier Milei ahora debe enfrentar las elecciones legislativas de octubre y el posterior relanzamiento de su Gobierno. Sin el respaldo de Las Fuerzas del Cielo, no parece que todo vaya a marchar de acuerdo al plan.