Este domingo se publicó una entrevista mano a mano que Axel Kicillof le dio a Clarín, en un nuevo gesto de moderación del actual gobernador de la provincia de Buenos Aires. Luego de que se publicara la nota, el malestar en La Cámpora creció.

En estos momentos hay una cruda interna kirchnerista. De un lado están quienes creen que el ex ministro de Economía debe conducir el partido y ser candidato a presidente en 2027 y del otro quienes resisten bajo el paraguas de “La Jefa”. Esa imagen quedó clara después de los cruces por el desdoblamiento de las elecciones legislativas de comienzos de mes que terminaron con un triunfo contundente de Fuerza Patria sobre La Libertad Avanza.

Justamente en aquel búnker de festejos hubo varios ausentes que eligieron no estar en la foto y sí pasar la jornada en el departamento de San José 1.111, domicilio que Kicillof no conoce.

Axel Kicillof tomando mate en una entrevista con Clarín
Axel Kicillof tomando mate en una entrevista con Clarín

Quienes más critican desde adentro al gobernador señalan ahora que no solamente nunca fue a visitar a la ex presidenta sino que además eligió primero ir a la redacción de Clarín. Gesto que entienden como una provocación. "No, todavía no (hablé con Cristina), pero lo voy a hacer. La voy a ir a visitar, porque han armado todo esto... Ningún problema con eso", dijo en la nota.

Mientras tanto, otras voces se alzan. “Cristina hace 100 días que está presa, Axel nunca la visitó, y nosotros no hacemos una novela de eso”, declaró en diálogo con La Nación hace unos días Facundo Tignanelli, jefe del bloque de diputados de UP en la Legislatura y hombre de confianza de Máximo Kirchner. “Lula la visitó, Quintela, que la quiso enfrentar, también la visitó; Massa, Moreno y Grabois, también”. A estos podemos agregar a Juan Manuel Urtubey, otro que acercó posiciones y toma impulso dentro del peronismo como renovación.

Juan Manuel Urtubey, uno de los últimos en visitar a Cristina en Constitución.
Juan Manuel Urtubey, uno de los últimos en visitar a Cristina en Constitución.

Por otro lado, si bien el ex ministro de Economía siempre ha calificado como “injusta” o “armada” la condena a CFK, nunca se ha manifestado públicamente sobre la posibilidad de aplicarle un indulto. Herramienta que podría usar en caso de ser presidente en un futuro. En esta charla, tampoco mencionó esa chance.

Como si esto no fuera suficiente, las elecciones de octubre esconden un acertijo en el peronismo: ¿los intendentes sacarán el mismo porcentaje? Probablemente no, porque la movilización será menor y además no hay candidatos intendentes en las listas.

Otro tema por dilucidar es qué pasará en diciembre, cuando venza el mandato de Máximo. Se abre así la pelea en la tercera: la figura de Verónica Magario vs. Federico Otermín. Esta pelea entre la actual vicegobernadora de la provincia y el intendente de Lomas de Zamora es la continuidad del viejo enfrentamiento entre Fernando Espinoza y Martín Insaurralde.

La fórmula de los intendentes Menéndez-Gray, en turnos separados en su momento, significó la derrota de Espinoza y apuntó a la renovación. Ahora, la figura de Magario ganadora en la sección frente a la de Otermín es un proceso que se nutre de especulaciones frente a un 2027 lejano en la agenda de la gente pero crucial en la mente de la política territorial de la provincia.

El desdoblamiento, leído como un acierto de Kicillof, y el triunfo del Frente Patria sobre Javier Milei abren así un protagonismo al poder territorial de una manera impensada desde que el Conurbano se convirtió en el sostén del gobierno de los Kirchner.