Ni siquiera los más optimistas laderos del Presidente pronosticaban una victoria libertaria de tales características. El objetivo bonaerense, después del antecedente del 7 de septiembre y del affaire Espert-Machado, era achicar la distancia con el peronismo a cinco puntos en el mejor de los escenarios. Todas las expectativas fueron ampliamente superadas y, por ahora, no aparecieron los anuncios de cambios.

El jueves pasado y en medio del torbellino de rumores sobre los cambios de gabinete, Guillermo Francos le pidió a Javier Milei una reunión mano a mano para hablar “de su futuro”. A su entorno, el Jefe de Gabinete le hizo saber que su planteo sería directo: “Santiago o yo”. El Presidente, con agenda cargada por la visita de Jamie Dimon, el CEO de JP Morgan, le pidió postergar la charla para el sábado, pero no hubo más novedades. El domingo por la noche, con el resultado puesto y la algarabía del triunfo en el Hotel Libertador, Francos fue el primero de los mencionados por Milei en su lista de agradecimientos. ¿Quedan suspendidos los cambios que se habían anticipado? “Tengo tiempo hasta el 10 de diciembre”, adelantó Milei.

La sorpresa inapelable de la jornada electoral fue la épica remontada del Diego Santilli, quien esta noche deberá asumir su promesa de raparse en el programa de streaming La Misa, del Gordo Dan. El ex candidato larretista sumó más de 800 mil votos respecto a los números de LLA en septiembre. Fuerza Patria, en cambió, perdió más de 300 mil en ese cuadro comparativo. Algunos le adjudican esa diferencia a la imposibilidad para votar de los residentes extranjeros que suelen acompañar al peronismo y otros a la incorporación de la boleta única.

Mientras tanto, los intendentes sacan pecho. “Los dirigentes nacionales tienen que entender que somos nosotros los que tenemos los votos”, arengó Gastón Granados, de Ezeiza, en sus festejos locales. Molestos por no haber tenido representación en las listas, los jefes comunales del Conurbano peronista podrían encarar ahora un camino de “rebelión”. Los axelistas Mario Secco, de Ensenada, y Jorge Ferraresi, de Avellaneda perdieron más de 20 puntos en sus municipios. Misma suerte para Federico Achaval en Pilar (-25%), el propio Granados en Ezeiza (-23%) y Juan José Mussi en Berazategui (-22%).

Gracias a los más de 41 puntos que sacó “El Colo”, ingresarán en total 17 diputados libertarios por la Provincia de Buenos Aires. Y aunque quedó corrido de la campaña, Sebastián Pareja fue de los que más motivos tuvo para celebrar: además de su propia banca en la Cámara, se aseguró la compañía de los suyos, como Alejandro Carrancio, Miriam Niveyro y Andrea Vera, la hija del “Nene”, protagonista de repetidos cruces con los tuiteros mileístas en los últimos días. Pareja le había pegado una trompada a Esteban Glavinich, conocido en el mundo de las redes como Traductor, en el cierre de campaña en Rosario.

Para la cuenta nacional, también fueron fundamentales los triunfos por buenas diferencias en Córdoba y Santa Fe, a pesar de los candidatos desconocidos (Gonzalo Roca y Agustín Pellegrini, respectivamente). Los gobernadores aliados aportaron lo suyo con victorias que superaron el 50%, como en Mendoza y Entre Ríos, y se anotaron entre los grandes ganadores, sobre todo después de ver la flojísima performance de Provincias Unidas, incluso en los territorios en los que representaba al oficialismo provincial. “Provincias hundidas”, los apodaban por lo bajo en la sede de LLA, antes la convocatoria al diálogo de Milei desde el escenario.

Sin embargo, los gobernadores tendrán un bloque de más de 20 diputados que definirá las votaciones en la Cámara baja. La proyección surge de un informe de La Sastrería. Desde diciembre, La Libertad Avanza tendrá unas 76 bancas propias y debería sumar a los 24 amarillos del Pro, entre los que hay incluso algunos bullrichistas como Damián Arabia o Sabrina Ajmechet, quien ayer renovó su mandato. La cifra se amplía con los que responden a Zdero, Cornejo y Frigerio y otros tres radicales afines. La oposición más ferrea, por su parte, se quedará con 67 de Fuerza Patria (renovó las 46 bancas que ponía en juego), unos 27 de peronismos provinciales y una decena de alineados extra.