La imagen de Patricia Bullrich fue el anzuelo perfecto para encender un nuevo capítulo en la interna de La Libertad Avanza. En los últimos días, Gabriel Chumpitaz —diputado nacional por Santa Fe y uno de los nombres en danza del PRO para las legislativas 2025— quedó en el centro de la escena luego de que se le ordenara retirar cartelería política en la que utilizaba la imagen de la ministra sin autorización.

El reclamo fue impulsado por sectores cercanos a La Libertad Avanza, que denunciaron un intento de “capitalizar símbolos y rostros” que no les pertenecen. La intimación obligó al legislador a bajar afiches y señalética callejera que mostraban a Bullrich en primer plano junto a su nombre, en lo que parecía ser un gesto de alineamiento político. La ministra no autorizó ese uso, y el episodio se volvió rápidamente noticia nacional.

Oíme, Chumpitaz: tenés 12 horas para acatar el fallo judicial y sacar los carteles donde usás mi cara sin permiso y sin pertenecer al espacio. Mi candidato en Santa Fe es Agustín Pellegrini de La Libertad Avanza”, agregó Bullrich desde su cuenta de Twitter.

El tuit de Bullrich contra Chumpitaz (Crédito: X)

Frente a las acusaciones, Chumpitaz respondió públicamente: “Soy víctima de hostigamiento político”. Aseguró que su campaña “tiene identidad propia” y negó cualquier intención de apropiarse de símbolos partidarios ajenos. Su estrategia electoral, sin embargo, dejó expuesta una tensión latente: la disputa por capitalizar figuras de alto perfil dentro y fuera del PRO en plena campaña legislativa.

Chumpitaz nació en Rosario y desarrolló allí la mayor parte de su carrera política. Militante desde joven dentro del PRO santafesino, construyó su perfil como dirigente local con un discurso fuertemente enfocado en la seguridad y la lucha contra el narcotráfico, uno de los temas más sensibles de la provincia.

Su primera aparición relevante fue en el Concejo Municipal de Rosario, donde ejerció como concejal antes de llegar al Congreso Nacional. Desde allí impulsó propuestas ligadas al fortalecimiento de fuerzas federales y la coordinación de políticas de seguridad entre Nación y provincias. También fue parte activa de las campañas de Mauricio Macri y Bullrich en Santa Fe, consolidándose como uno de los referentes de la línea dura del PRO en la región.

En 2021 logró una banca en Diputados, y desde entonces se ha mostrado alineado con posturas de mano dura en materia de seguridad, oposición al kirchnerismo y defensa de políticas económicas liberales. Durante los últimos meses, ha dado entrevistas en las que expresó su apoyo al gobierno de Javier Milei, aunque también advirtió: “El Gobierno tiene un problema de relacionamiento político importante”.

De cara a las elecciones legislativas de este año, Chumpitaz busca renovar y ampliar su influencia dentro de Santa Fe. Su equipo apuesta a reforzar su presencia territorial en Rosario y el centro-sur de la provincia, apelando a un electorado opositor que se identifica con las líneas más duras de la derecha local.

La utilización de la imagen de Bullrich en la cartelería formaba parte de esa estrategia: mostrarse cerca de una figura con alto nivel de conocimiento y fuerte impronta en materia de seguridad, un tema que domina el debate santafesino. La reacción libertaria y la respuesta del entorno de Bullrich, sin embargo, alteraron los planes.

El episodio también deja entrever cómo, en un escenario político fragmentado, el capital simbólico de las figuras nacionales es disputado por candidatos provinciales que buscan posicionarse mejor en la competencia electoral.

A sus 42 años, Chumpitaz es considerado una figura en ascenso dentro del PRO santafesino. De estilo combativo y discurso directo, se posiciona como un dirigente de perfil mediático, con apariciones frecuentes en radios y canales nacionales. Sus banderas principales son la seguridad, el orden y el alineamiento con políticas liberales en materia económica.

Aunque no forma parte formal de La Libertad Avanza, mantiene una relación pragmática con el gobierno de Milei. Su estrategia parece apuntar a consolidar su espacio dentro del PRO, manteniendo puentes abiertos con sectores libertarios que podrían potenciar su base electoral.

Mientras tanto, el conflicto con Bullrich lo dejó más expuesto que nunca. En una campaña como la santafesina, donde cada voto cuenta el doble, su nombre pasó en cuestión de días de ser parte del mapa interno del PRO santafesino a ocupar titulares nacionales.