Ikechukwu Ndubuisi, un ciudadano nigeriano de 49 años, acaba de caer detenido después de estar tres años de andar profugado de la justicia argentina. El prófugo, apodado “Anthony”, tenía una circular roja de Interpol en su contra y además es la primera persona capturada por una notificación plateada de la misma entidad.

¿De qué se lo acusa? Ndubuisi está sindicado como uno de los líderes de una organización cibercriminal dedicada a las estafas y liderada por su compatriota, Obinna Chukwuemeka Ejikeme, alias “Bobby”. Este último también tiene una orden de captura internacional, pero logró escapar de Argentina.

La banda de Bobby habría recaudado un botín de 8 millones de dólares, supuestamente destinados a financiar actividades terroristas. ¿Cómo lo hacían? Con una estafa digital en la que captaban gente en distintas redes sociales y se las “levantaban”, se hacían pasar como enamorados. Solían vender profesiones exitosas como ingeniería y aseguraban que estaban a punto de conseguir un trabajo bien remunerado. Después pedían una suma de dinero con la excusa de que tenían las cuentas bancarias bloqueadas y prometían devolver el dinero cuando viajaran a Argentina. En resumen, una evolución de la estafa del príncipe nigeriano.

Ndubuisi, que tenía un DNI argentino para extranjeros, fue capturado en Ezeiza la semana pasada, luciendo una camiseta de River Plate, y la Policía Federal Argentina difundió su captura este lunes. Lo encontraron en un operativo llamado “Destino Final” mientras llegaba al país proveniente de Brasil en un vuelo de Ethiopian Airlines.

El viernes, “Anthony” se negó a declarar cuando fue indagado por el juez en lo criminal y correccional Manuel de Campos, a cargo de la investigación, según recogió el diario La Nación.

El caso forma parte de una investigación internacional más grande conocida como Operación Internacional Jackal, que apunta a las operaciones de bandas provenientes de África del Oeste. Sólo en Argentina, Jackal tiene 75 sospechosos imputados.