Cuánto cuesta ser vecino de Maslatón en el Kavanagh
Se vende el piso más exclusivo del rascacielos donde vive el influencer
¿Te gustaría ser vecino de Carlos Maslatón? Ahora podés aunque el precio no es para todos. Está la venta el piso 14 del edificio Kavanagh, un ícono de la arquitectura estilo racionalista y art-decó que está ubicado en la calle Florida al 1000, en Retiro. Es, sin lugar a dudas, uno de los edificios más impactantes de la Ciudad de Buenos Aires y antiguo hogar de personalidades como Jorge Lanata y Joaquín Morales Solá.
A casi 90 años de su construcción, el edificio Kavanagh fue furor en redes sociales gracias a Carlos Maslatón quien lo describió como su “sueño cumplido”. El influencer suele compartir imágenes y, tiempo atrás, contó que sube y baja todos los pisos del rascacielos como parte de su entrenamiento.
El 14 “A” es el departamento que una vez habitó Corina Kavanagh, su dueña, y cuenta con 750 m2 totales (475 m2 cubiertos y casi 300 m2 descubiertos). De los 31 pisos y 105 departamentos, este es el más icónico: tiene 8 ambientes, 5 suites, 3 terrazas, en una de las cuales hay varias columnas de orden jónico originales de su construcción.
Ubicado frente a la Plaza San Martín, el Kavanagh fue en 1936 el rascacielos más alto de Latinoamérica. Además, fue el primero en el mundo equipado con una instalación central de aire acondicionado. Actualmente, el piso 14 “A” se encuentra a la venta por un valor de USD 2.600.000, pero a eso habrá que sumarle $2.100.000 de expensas.
El edificio Kavanagh fue diseñado por los arquitectos Gregorio Sánchez, Ernesto Lagos y Luis María de la Torre Campos. Su inauguración en 1936 lo convirtió en el rascacielos más alto de Sudamérica y, posteriormente, fue declarado Patrimonio Mundial de la Arquitectura de la Modernidad y Monumento Histórico Nacional.
Se trata de uno de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires, ícono de la arquitectura moderna considerado una síntesis del estilo racionalista y art déco. Uno de los detalles más característicos del edificio es que su diseño busca imitar la proa de un barco.
La leyenda urbana asegura que la construcción del edificio fue encargada por Corina Kavanagh, quien, movida por un deseo de venganza, decidió llevarla a cabo luego de que un miembro de la familia Anchorena —responsable de la edificación de la Basílica del Santísimo Sacramento, que más tarde se convertiría en el mausoleo familiar— le rompiera el corazón.