Lo que parecía solidaridad ciudadana escondía una trama de engaños. En las calles de Mataderos y otros barrios porteños, la escena se repetía: hombres y mujeres con cascos y uniformes de bomberos repartían folletos y pedían “una contribución” para supuestamente comprar autobombas e insumos. Sin embargo, detrás de esa fachada se encontraba una organización que montaba bases clandestinas y utilizaba las redes sociales para captar dinero de vecinos y seguidores.

Tras varios meses de investigación, la Policía de la Ciudad detuvo a 29 personas acusadas de integrar la red, que se hacía llamar “Bomberos Voluntarios Cildañez Mataderos”. La causa está en manos de la fiscal Celsa Ramírez, de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N° 35, especializada en delitos complejos, quien coordinó los allanamientos en Mataderos, Lugano, Pompeya, Retiro y Parque Avellaneda.

La caída del grupo incluyó el descubrimiento de tres cuarteles sin habilitación y operativos en la vía pública. Uno de los más recientes ocurrió en avenida Piedra Buena al 3200, en Lugano, donde los agentes secuestraron casi 20 mil comprimidos de medicamentos —más de un tercio vencidos—, frascos, alcohol en gel, sueros y otros insumos sanitarios caducados. También hallaron cascos, chalecos, equipos de respiración, matafuegos, maniquíes de RCP, inmovilizadores y tres vehículos.

(Crédito: Policía de la Ciudad de Buenos Aires)

La fachada era convincente: uniformes completos, credenciales, folletos, incluso una camioneta Ford F100 roja ploteada con un escudo de bomberos y balizas en el techo. En redes sociales, los falsos bomberos tenían perfiles en Facebook e Instagram con más de 6.300 seguidores, donde publicaban fotos de botas, cascos y supuestos entrenamientos. Además, difundían colectas, inscripciones a cursos y hasta un código QR para donaciones con el pretexto de adquirir un autobomba.

El engaño llegó a tal punto que personalidades reconocidas, como la exboxeadora Alejandra “La Locomotora” Olivera, se sumaron al reconocimiento público. En un video que aún circula, la campeona —que falleció en julio tras un ACV— agradece emocionada: “Cuatro piñas al corazón para los bomberos voluntarios de Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda. No tiene precio lo que hacen. Son nuestros héroes. Deberían ganar un sueldazo”.

Los allanamientos permitieron desarticular distintos frentes de la organización. En Mataderos, fueron detenidas 20 personas —16 hombres y 4 mujeres— que pedían dinero en avenidas como General Paz, Alberdi, Eva Perón y Emilio Castro. Se les incautaron $870.000 en efectivo, 1.635 folletos, 15 credenciales falsas, 86 cascos, seis extintores de plástico, posnets y uniformes.

(Crédito: Policía de la Ciudad de Buenos Aires)

En Pompeya, cinco sospechosos fueron sorprendidos pidiendo dinero en la vía pública con una fotocopia de credencial. En el Barrio 31-31 Bis, tres personas habían montado una base operativa con contenedores y vehículos, entre ellos un Ford Escort con prohibición para circular. Finalmente, en Parque Avellaneda, se descubrió un cuartel clandestino en el barrio Cildañez: allí fue detenido un hombre y se secuestraron escaleras, botas impermeables y prendas con la inscripción “Bomberos, Incendio, Rescate”.

La investigación también reveló que en los perfiles de redes sociales los falsos bomberos habían publicado homenajes a las víctimas del incendio de Iron Mountain, buscando generar empatía con la comunidad. Pero cuando la policía verificó la dirección que figuraba en esos posteos, descubrió que la supuesta base operaba en una casa lindera a una capilla, pintada de rosa con rejas celestes, que no contaba con habilitación alguna.

Los detenidos fueron imputados por usurpación de títulos y honores, además de otros posibles delitos vinculados a la estafa y el manejo de elementos sanitarios vencidos. La fiscal Ramírez remarcó que el grupo operaba con una estructura aceitada: presencia en la calle, apoyo visual en redes y una fachada de voluntariado que engañaba incluso a figuras públicas.