De cumpleaños a despedidas de soltero: El argentino que vende pedos a todo el mundo
Matías Vásquez dejó su empleo para dedicarse a lo impensado y hoy triunfa en redes con millones de vistas y pedidos desde todo el mundo.
En Argentina, la frase “en este país no labura el que no quiere” volvió a cobrar sentido gracias a Matías Vásquez, un joven que dejó su trabajo “normal” para dedicarse a algo que nadie habría imaginado rentable: vender pedos personalizados.
Lo que comenzó como una simple broma entre amigos se transformó en un fenómeno viral que hoy lo catapultó a la fama en redes sociales, especialmente en TikTok, donde supera los 357 mil seguidores y acumula más de 16 millones de visualizaciones.
Según contó en una entrevista, todo empezó “por diversión”, pero pronto comenzaron a llegar mensajes de personas dispuestas a pagar por un pedo exclusivo. “El secreto está en saber cuándo inhalar aire para generar el impacto adecuado”, explicó.
Su negocio creció tanto que incluso recibió propuestas del extranjero: desde Arabia Saudita le ofrecieron 1500 dólares para un grupo de WhatsApp donde enviara “pedos diarios”.
Matías ofrece un catálogo variado: desde pedos para cumpleaños y despedidas de soltero, hasta versiones “de encargo” que combinan sonidos de beatbox con flatulencias. “Lo que más me gusta es cuando me piden pedos personalizados”, confesó.
Su novia, lejos de escandalizarse, se convirtió en su mánager y productora, ayudándolo a generar contenido, responder mensajes y coordinar los cientos de pedidos que recibe cada semana. Además, también participa en algunos de sus videos, especialmente en la sección “Jugar a la guerra”, donde las flatulencias se transforman en parte de los disparos.
Aunque muchos podrían pensar que se trata de una broma, Matías aclara que su meta no es solo económica: “Yo busco hacer reír a la gente".
Lo que parecía imposible se convirtió en un negocio rentable y un ejemplo insólito de cómo la creatividad puede monetizarse en internet. Hoy, Matías Vásquez es la prueba viviente de que en Argentina, efectivamente, “no se muere de hambre el que no quiere”, y que a veces, incluso un pedo puede convertirse en oro digital.