La problemática marina reciente en Argentina está relacionada con la muerte de dos ballenas sei, halladas en el Río de la Plata, entre Berisso y Magdalena, y otra ballena jorobada en el Delta del Paraná. La aparición de los mamíferos sin vida dieron el puntapié inicial para el debate de este tipo de eventos poco frecuentes en el país.

Desde el Instituto de Conservación de Ballenas marcaron la importancia de “actuar con conocimiento, coordinación y responsabilidad” a la hora del estudio del fenómeno. Los varamientos alcanzan aún mayor protagonismo por el interés tanto de los medios tradicionales como de las redes sociales en la actualidad.

Pablo Ezequiel Denuncio, investigador adjunto del CONICET y especialista en Conservación de Mamíferos Marinos, dialogó con Bardeo y especificó cuáles pueden ser las causas de los hallazgos, dados los factores ambientales o propios del animal. “Las causas son diversas y muy difíciles de determinar. Uno tiene que encontrar un animal en un buen estado de descomposición, o sea, un animal fresco, para poder hacer el análisis correspondiente en cooperación con médicos veterinarios”, ya que los biólogos necesitan un equipo multidisciplinario.

Cabe destacar que los juveniles son ejemplares particularmente vulnerables al varamiento y a enfermedades, toxinas, dada la contaminación ambiental. En ese sentido, el licenciado en Ciencias Biológicas señaló que es posible evitar la tragedia si existe algún factor vinculado al ser humano de forma directa.

“Por ejemplo: está la posibilidad de que un varamiento ocurra posteriormente a que un animal se haya desmayado en una red de pesca”, profundizó Denuncio e indicó que reducir la basura marina sería uno de los puntos clave para contrarrestar la situación.

Por otra parte, hizo hincapié en la dificultad del análisis de los varamientos, ya que otro factor podría ser la presencia de algas nocivas consumidas por los grandes cetáceos que terminan varando por fallas en su sistema.

El mamífero hallado muerto en la Costanera Norte.
(Fuente: X)

Dentro de las tres especies varadas en el Río de la Plata, se encuentran ballenas sei, una especie en riesgo de extinción, pero que en los últimos años ha mostrado una repoblación en Argentina y, además, un crecimiento poblacional. "En ambos casos se trata de ejemplares pequeños respecto a lo que es un tamaño adulto, con lo cual estamos hablando de ejemplares en su fase más vulnerable de la vida", especificó.

El tercer caso, de una ballena jorobada de alrededor de 10 metros, corresponde a un tamaño juvenil; una especie que tiene un franco aumento poblacional y favorece su independencia trófica. Denuncio recomendó a los argentinos ser un poco más cuidadosos en el manejo de la basura en zonas costeras y, desde el ámbito gubernamental, encontrar elementos de pesca y no minimizar la suciedad sobre el impacto en los animales.