Detuvieron a la dueña del cuadro robado por los nazis
Luego de que se llevaran a cabo una serie de allanamientos por orden del fiscal, la mujer quedó bajo arresto domiciliario
Patricia, la hija del funcionario nazi Friedrich Kadgien, quedó bajo arresto domiciliario junto a su esposo en su casa de Mar del Plata al ser hallados responsables de entorpecer la investigación del cuadro “Retrato de una dama", obra del pintor italiano Giuseppe Ghislandi, robado durante la Segunda Guerra Mundial.
La Policía Federal llevó a cabo una serie de allanamientos ordenados por el fiscal federal Carlos Martínez. El principal fue en el chalet familiar de la calle Padre Cardiel, en el barrio Parque Luro de Mar del Plata. La primera revisión al domicilio no dio resultados positivos y, por este motivo, se llevó a cabo otro allanamiento en las últimas horas.
En paralelo, la Justicia ordenó otros tres operativos en distintos domicilios de la ciudad, incluido un departamento de Santa Fe al 1700, donde reside el hijo de Patricia. Por orden del juez, se dispuso el secreto de sumario por un plazo de 48 horas, por lo que no trascendieron los resultados de estos últimos allanamientos.
Se sabe que Patricia y su esposo quedaron detenidos bajo la acusación de entorpecer la investigación y permanecerá bajo prisión domiciliaria durante al menos 72 horas. Su abogado detalló que la obra se “está consignando en la Justicia Civil que es la que la familia considera competente para dirimir esta cuestión".
Sobre la acusación de entorpecimiento que pesa sobre ellos, sostuvieron que “la voluntad de la familia siempre fue la de colaborar con las autoridades”. Ahora buscan que no intervenga la Justicia Penal por una supuesta denuncia de “encubrimiento de contrabando”, ya que aseguran que es un delito prescripto.
La obra “Retrato de una dama", cuyo valor podría alcanzar los 70.000 euros, es del pintor italiano Giuseppe Ghislandi (1655-1743). La misma formaba parte de la colección del comerciante judío Jacques Goudstikker, quien fue asesinado en 1940 cuando huía de los nazis, y fue posteriormente comprada por Friedrich Kadgien.
Friedrich Kadgien era un oficial de las SS cercano a Hermann Göring, que murió en Buenos Aires en 1978. Se cree que, tras escaparse a Suiza, el funcionario se estableció en Argentina. A raíz de una investigación que llevó a cabo el diario neerlandés Algemeen Dagblad (AD), se supo que el cuadro lo tenía Patricia, una empresaria de 59 años.
Un reportero de AD inició hace una década un trabajo de investigación sobre los objetos robados a judíos en Países Bajos. Si bien intentó contactarse en reiteradas ocasiones con los descendientes de Kadgien. nadie quiso hablar nunca del oscuro pasado del exfuncionario nazi.
Pero, cuando Patricia decidió poner en venta la casa, la inmobiliaria Robles dio a conocer imágenes del interior donde se veía el cuadro colgado en la pared del living. El fiscal federal recibió una alerta de Interpol y de la Aduana y, de inmediato, se ordenó un allanamiento.
Si bien la pintura no fue hallada en el lugar, se secuestraron láminas y grabados, celulares y varias armas. Entre las láminas se encontró una serie referente a una exposición de pinturas de Henri Matisse de la década del 40. La dueña estaba presente en la casa mientras se llevaba a cabo el procedimiento pero no dio ningún tipo de explicación.
Friedrich Kadgien fue una pieza clave del aparato económico nazi dentro del Ministerio del Interior prusiano, donde adquirió experiencia en la burocracia estatal y en el manejo de asuntos financieros complejos. Sus colegas lo apodaron "el mago de las finanzas" debido a su extraordinaria habilidad para mover activos ilegales fuera de Alemania sin dejar rastros: era un maestro del blanqueo de dinero que operaba a escala internacional.
Los expertos de la Agencia neerlandesa del Patrimonio Cultural (RCE) aseguran que “no hay razón para pensar que sea una copia”. Si bien señalaron que “las medidas coinciden con la información disponible”, únicamente a través de un examen del reverso se podría confirmar de manera definitiva la veracidad gracias a las marcas o etiquetas originales de la pintura.