Duró poco: la elefante porteña Puppy murió en Brasil
Había llegado al Santuario de Elefantes de Mato Grosso en abril, luego de pasar más de treinta años en cautiverio en el zoológico de Buenos Aires.
El Santuario de Elefantes de Brasil confirmó con profundo dolor la muerte de Pupy, la elefanta africana que había sido trasladada desde el Ecoparque de Buenos Aires en abril de este año. La noticia fue comunicada a través de un mensaje conmovedor, en el que los cuidadores detallaron los últimos momentos de vida del animal, que falleció anoche tras un colapso repentino.
Según informaron desde la organización, Pupy venía sufriendo problemas gastrointestinales intermitentes y tenía antecedentes de cólicos, aunque en los últimos días había mostrado algunas mejorías. Sin embargo, su salud volvió a deteriorarse cuando expulsó varias piedras negras de origen desconocido y comenzó a mostrarse débil y distante.
Horas después, mientras intentaba beber agua, se desplomó súbitamente. A pesar de la rápida asistencia de los veterinarios, la elefanta murió en cuestión de minutos.
En el comunicado, el santuario también destacó el gesto conmovedor de Kenya, otra de las elefantas rescatadas, que permaneció toda la noche junto al cuerpo de su compañera. “Este es uno de los aspectos más difíciles del santuario”, expresaron los cuidadores, recordando que Pupy había pasado más de 30 años en cautiverio, sin libertad ni atención médica adecuada.
Pupy había sido trasladada desde el Ecoparque porteño al santuario brasileño en abril de 2025, en un viaje terrestre de más de 2.700 kilómetros. Su llegada fue celebrada como un símbolo de liberación, ya que era la última elefanta africana en cautiverio en Buenos Aires.
En Brasil, logró disfrutar de unos meses de libertad, naturaleza y cuidados personalizados, adaptándose de a poco al entorno y compartiendo espacio con otras elefantas rescatadas.
Su muerte generó una profunda tristeza entre los cuidadores, activistas y seguidores que habían acompañado su historia desde Argentina. Desde el santuario expresaron su dolor con un mensaje que resume su paso por el mundo: “Pupy se fue en paz, sabiendo lo que era ser libre, amada y respetada.”