A dos meses de la desaparición de Carlos Ancapichun, histórico cuidador de una de las propiedades de Máxima Zorreguieta en Villa La Angostura, la investigación tomó un rumbo inesperado. El fiscal José Alejandro Vivallo Campos modificó la carátula del expediente e incorporó la hipótesis de homicidio, tras recibir nuevas declaraciones y elementos. En paralelo, Marisol Coronado, esposa del hombre, apuntó directamente contra familiares del propio Ancapichun.

El cuidador fue visto por última vez el 13 de junio en Entre Lagos, comuna de Puyehue, Chile. Había cruzado desde Neuquén para visitar a parientes y supervisar un terreno donde planeaba construir una casa. Tres días después, su camioneta apareció abandonada en la Ruta CH-215, a pocos metros de la vivienda de su hermanastro. Ningún familiar denunció su ausencia; fue la Policía de Carabineros quien inició la presentación ante la Fiscalía.

Coronado aseguró que desde el primer día advirtió a las autoridades que a su marido “lo mataron” y vinculó el hecho con una disputa familiar. Según explicó, Ancapichun había discutido con su hermanastro por la venta de una casa heredada. Su intención era liquidar el bien y repartir el dinero, con prioridad para un hermano con discapacidad motriz, pero no todos compartían la idea. El fiscal también reveló que la familia intentaba recuperar un terreno que perteneció a sus antepasados y que había pasado al Estado.

Las pericias iniciales sobre la camioneta incluyeron levantamiento de huellas y análisis de manchas de sangre, aunque no arrojaron resultados concluyentes. La esposa solicitó repetir las pruebas en un laboratorio de Osorno con peritos especializados y remarcó un detalle llamativo: el vehículo estaba orientado hacia la cordillera, en sentido contrario a la ruta que debía seguir para llegar al terreno.

La mujer fue categórica: “Los testigos son el hermanastro, el sobrino y el cuñado. Ninguno dice haberlo visto salir de la casa. Mis sospechas son claras: todo fue una historia armada por esa familia”.

Carlos Ancapichun junto a los Reyes Alejandro y Máxima.

Ancapichun es un vecino muy conocido en Villa La Angostura. Durante años cuidó la residencia que la reina de los Países Bajos posee en el barrio Cumelén, a orillas del Nahuel Huapi. Entre sus tareas figuraban el mantenimiento de la propiedad, la preparación de la embarcación y la asistencia a la familia real durante sus paseos por el lago.

Por el momento, la búsqueda se mantiene en zonas agrestes de Puyehue y se continúan tomando testimonios de quienes lo vieron en sus primeras horas en Chile. “No descartamos ninguna hipótesis”, advirtió el fiscal, que ordenó nuevas diligencias para reconstruir el recorrido del casero antes de su desaparición.