El Gobierno de la Ciudad lanzó la licitación de la Línea F del subte
La ruta irá desde Brandsen en el sur porteño hasta Plaza Italia y costaría 1.350 millones de dólares
Después de más de dos décadas sin sumar nuevas trazas al sistema de transporte subterráneo, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lanzó oficialmente la licitación nacional e internacional para construir la Línea F (Subte de Buenos Aires). El proyecto, que conectará Barracas con Palermo a lo largo de 9,8 kilómetros, fue presentado como un “hito histórico” en la movilidad porteña y se posiciona como la obra de infraestructura más grande de la ciudad en los próximos años.
El anuncio fue encabezado por el jefe de Gobierno, Jorge Macri, quien destacó la trascendencia del plan en el marco de la modernización del transporte público. “Hoy damos un paso histórico con la Línea F. Es un orgullo que podamos encarar la obra de infraestructura urbana más grande del país”, afirmó, y agregó que esta iniciativa busca replicar el impacto transformador de proyectos previos como el Metrobus y el Paseo del Bajo.
La futura línea recorrerá zonas clave de la Ciudad: partirá desde la estación Brandsen, en Barracas, y llegará hasta Pacífico, en Palermo. En su trayecto atravesará Constitución, San Cristóbal, Monserrat, San Nicolás y Recoleta, sumando un total de 12 estaciones: Brandsen, Constitución, Cochabamba, Chile, Congreso, Corrientes, Santa Fe/Pizzurno, Recoleta, Pueyrredón/Hospital Rivadavia, Parque Las Heras/Coronel Díaz, Plaza Italia/Ecoparque y Pacífico.
Una de las características más relevantes del trazado es su capacidad de conexión: permitirá combinar con todas las líneas actuales del subte (A, B, C, D, E y H), además de articular con dos ramales ferroviarios estratégicos: el Ferrocarril General Roca en Plaza Constitución —la terminal ferroviaria más transitada del país— y el Ferrocarril General San Martín en Palermo.
La licitación, a cargo del Ministerio de Movilidad e Infraestructura, contempla una inversión estimada en USD 1.350 millones y busca atraer a empresas internacionales con experiencia en proyectos de transporte urbano de gran escala. La obra, según anticiparon desde el Ejecutivo porteño, será financiada en parte con capital externo y en parte con fondos de la Ciudad.
El plan no solo apunta a reforzar la red de subtes, sino también a modificar de forma estructural la manera en que se conectan el norte y el sur de Buenos Aires. La Línea F se concibe como un corredor transversal que facilitará la intermodalidad, aliviará la congestión en líneas existentes —en particular la C— y ampliará el acceso al transporte en zonas que históricamente quedaron fuera del trazado subterráneo.
Las proyecciones oficiales estiman que esta línea beneficiará a más de 300.000 pasajeros diarios una vez completada. Para ello, se prevé incorporar tecnología de última generación, incluyendo sistemas de señalización modernos y formaciones nuevas con aire acondicionado y mecanismos de seguridad avanzados. La construcción se llevará adelante en etapas, priorizando la apertura gradual de estaciones para acelerar la entrada en funcionamiento.
“Cumplimos con el plazo y lanzamos la licitación de la Línea F, la primera nueva línea de subte en 25 años”, enfatizó Jorge Macri durante la presentación, subrayando la dimensión política y técnica de la iniciativa.
Desde el Ministerio de Movilidad, el titular Pablo Bereciartua sostuvo que “la Línea F será probablemente el legado más importante que le podemos dejar a Buenos Aires en términos de obra pública y movilidad”. En ese sentido, destacó que el proyecto potenciará la centralidad barrial, fomentará un modelo de transporte más sustentable y contribuirá a reducir la brecha de conectividad entre distintos sectores de la ciudad.
El interés por la licitación ya despertó la atención de empresas y consorcios internacionales que habían manifestado su intención de participar en la etapa preliminar. Si se cumplen los plazos previstos, las obras podrían comenzar el próximo año.
En paralelo, el Gobierno porteño anunció la compra de 214 coches nuevos por USD 370 millones para reforzar el parque móvil de las líneas A, B y C. Esta inversión complementaria forma parte de un plan integral de renovación que incluye mejoras en estaciones y accesibilidad, con el objetivo de mejorar la experiencia y la seguridad de los usuarios.