A comienzos de julio, Brigitte Macron afrontó uno de los golpes más duros de su vida personal. Su hermana mayor, Anne-Marie Trogneux, conocida como Annie, murió a los 92 años y dejó un profundo vacío en el círculo íntimo de la primera dama de Francia. El luto no le dio tregua: apenas dos semanas después, también falleció su sobrina, Christine Hacquin, de 68 años, tras una larga lucha contra una enfermedad crónica.

Según informó el portal Gala, Brigitte Macron permaneció junto a Christine en sus últimos días en París y logró despedirse en privado antes del desenlace. A pesar del dolor, la esposa de Emmanuel Macron cumplió con su rol institucional durante el Día de la Bastilla, el pasado 14 de julio, y asistió al funeral del reconocido presentador Thierry Ardisson, donde se la vio visiblemente afectada.

La Primera Dama ya había enfrentado otras pérdidas familiares. Es la menor de seis hermanos y atravesó varios duelos: en 1961 perdió a su hermana Maryvonne en un accidente de auto y, en 2018, su hermano Jean-Claude murió a los 85 años.

Brigitte Macron. Crédito: AFP

El funeral de Anne-Marie tuvo lugar en Amiens, ciudad natal de la familia, con una ceremonia íntima en la iglesia de Saint-Martin, seguida por el entierro en el cementerio de Saint-Acheul. Brigitte asistió acompañada por sus familiares más cercanos. Al día siguiente del desfile militar del 14 de julio, Emmanuel Macron viajó a Amiens para estar presente en el sepelio.

Poco tiempo después, la pareja presidencial viajó al Reino Unido para iniciar una visita de Estado. Los príncipes de Gales los recibieron y compartieron una cena de gala con los reyes Carlos III y Camila. Sin embargo, algunos medios británicos, como el Daily Mail, remarcaron una actitud distante y fría por parte de Brigitte Macron, tanto con su esposo como con los miembros de la familia real británica. Muchos atribuyeron esa actitud al difícil momento emocional que atravesaba.