El mal trago de la reina Máxima: el momento que se volvió viral
La consorte inauguró la “Semana sin residuos” en Veghel y sorprendió con su estilo: un look elegante y descontracturado que se robó todas las miradas.
En sus 12 años como reina consorte de los Países Bajos, Máxima Zorreguieta volvió a demostrar que no se parece a ninguna otra monarca europea. Con un estilo cercano, espontáneo y poco convencional, la argentina participa siempre de manera activa en las actividades que encabeza: lo mismo puede ponerse detrás de una barra para servir tragos, bailar en la calle o alentar como una hincha más a los deportistas neerlandeses.
El pasado lunes 8 de septiembre reafirmó esa imagen durante la inauguración de la “Semana sin residuos” en Veghel, un evento organizado para concientizar sobre el desperdicio de alimentos. Allí, la monarca de 54 años recorrió las instalaciones del Cultuur Haven Veghel, conversó con los asistentes, probó comidas preparadas por niños y hasta participó en talleres de aperitivos libres de residuos.
Uno de los episodios más comentados del día se produjo cuando la reina aceptó el desafío de probar un vaso de leche para determinar si aún era apta para el consumo. Primero la olió con cautela, después tomó un sorbo y, con gesto entre curioso e inseguro, dio su veredicto: “Bien”. Su reacción se viralizó rápidamente y fue interpretada como un nuevo gesto de naturalidad y cercanía.
Para la ocasión, Máxima Zorreguieta eligió un conjunto que combinó elegancia con comodidad: una blusa rosa de manga larga, una falda midi blanca con rayas de colores y un tocado en tono rosado. Sumó un clutch naranja y unos pendientes de diamantes que elevaron el estilismo. Como suele hacer, reutilizó prendas de su guardarropa en línea con su defensa de la moda circular, dejando claro que la ropa no pierde vigencia con el tiempo.
Un día después, el martes 9 de septiembre, la reina se presentó junto al rey Guillermo Alejandro en la provincia de Flevolanda con un look barbiecore de Natan Couture, acompañado por stilettos nude de Gianvito Rossi. Lo más destacado es que el vestido rosa con capa ya había sido utilizado en otras ocasiones, reafirmando su postura de que el estilo también puede ser sustentable.