El misterioso destino de las cenizas de Cacho Castaña
Marina Rosenthal reveló que cumplió el último deseo del cantante: esparcir sus cenizas en el corazón de Buenos Aires. ¿Dónde están? En el lugar más porteño de todos.
Marina Rosenthal, la última esposa de Cacho Castaña, reveló uno de los secretos mejor guardados del músico: dónde descansan realmente sus cenizas. A casi seis años de su muerte, la mujer que compartió su vida y sus últimos días decidió cumplir con una de las voluntades más simbólicas del ídolo porteño: esparcir sus restos en el Obelisco, el emblema indiscutido de la Ciudad de Buenos Aires.
Rosenthal y Castaña comenzaron su historia en 2012 y, cuatro años después, sellaron su amor en el Café La Humedad, el mismo espacio que hoy ella dirige y mantiene vivo como parte del legado del creador de “Garganta con arena”. Allí, entre tangos, risas y noches interminables, Cacho encontró refugio tras años marcados por su adicción y su lucha personal. Falleció el 15 de octubre de 2019, a los 77 años, dejando tras de sí una huella imborrable en la música popular argentina.
“Las cenizas de Cacho estaban en casa siempre, iluminadas con una velita. Pero ya no están más en casa, hice lo que me pidió. Hoy están en un lugar por donde pasa todo el mundo, que es el símbolo de Buenos Aires”, contó emocionada Rosenthal a Héctor Maugeri en +CARAS,
El momento elegido no fue casual: el 11 de junio del año pasado, día en que el artista hubiera cumplido años. “Ese día, después de cinco años, fui e hice lo que me pidió. Me acompañaron mi mamá, un sobrino de Cacho y algunos amigos. Lo hicimos a las tres o cuatro de la mañana, saliendo del café, porque no quería que fuera de día… te imaginás, me podían llevar presa”, recordó entre risas y lágrimas.
Esa madrugada porteña tuvo un cierre tan simbólico como cinematográfico. “Justo esa noche Adriana (Varela) cantaba en el café. Le conté que después iba a cumplir con el deseo de Cacho, pero no quise ponerla en compromiso. Cuando estaba llegando al Obelisco, me llama Rafa, el hijo de Adriana, que quería venir conmigo. Al final vinieron todos. Y mientras arrojábamos las cenizas, Adriana cantaba ‘Quédate en Buenos Aires’. Fue hermoso.”
“Hoy cada persona que pasa por el Obelisco sabe que Cacho está ahí, en su Buenos Aires”, cerró Marina Rosenthal.