Falleció la duquesa de Kent: la corona británica pierde una figura clave
El Palacio de Buckingham confirmó el fallecimiento de Katharine Worsley, esposa del duque de Kent y prima política de Isabel II. Su vida estuvo marcada por la discreción, el dolor de pérdidas personales y una pasión por la música que la alejó de la vida pública.
A casi tres años de la muerte de Isabel II, la familia real británica atraviesa otro doloroso episodio: la duquesa de Kent falleció a los 92 años tras una larga enfermedad. El Palacio de Buckingham confirmó la noticia a través de un comunicado oficial en el que detalló que la aristócrata murió pacíficamente en el Palacio de Kensington, rodeada de sus seres queridos.
“El rey, la reina y todos los miembros de la Familia Real se unen al Duque de Kent, sus hijos y nietos para lamentar su pérdida y recordar con cariño la devoción de toda la vida de la duquesa a las organizaciones con las que colaboró, su pasión por la música y su empatía por los jóvenes”, expresó el comunicado.
La duquesa de Kent era esposa del duque de Kent, primo hermano de la reina Isabel II. Durante décadas cumplió un rol de representación institucional junto a su marido, hasta que en 2002 decidió retirarse de la agenda oficial y llevar una vida más reservada.
Su historia estuvo marcada por momentos difíciles, como la pérdida de dos embarazos en la década del 70, experiencias que la sumieron en una profunda depresión. Años después, ella misma confesó que ese dolor la volvió más empática con las mujeres que atravesaban situaciones similares.
En paralelo, encontró refugio en su gran pasión: la música. En 2022 se conoció que había trabajado como maestra de música en una escuela de Yorkshire, donde era conocida simplemente como “la señora Kent”.
Los duques de Kent siempre se mantuvieron lejos de los escándalos que rodearon a otros miembros de la casa Windsor. Katharine fue, además, la primera integrante de la realeza británica en más de tres siglos en convertirse al catolicismo, decisión que respetó Isabel II y que no afectó la posición sucesoria de su esposo.
El matrimonio tuvo tres hijos: George, futuro duque de Kent; Helen, vinculada al arte y la moda; y Nicholas, quien también se convirtió al catolicismo, perdiendo su derecho al trono.