El prontuario penal de Ariel García Furfaro data de hace tiempo. Cumplió una condena de dos años de prisión y estuvo implicado en la causa por la explosión del Laboratorio Apolo, en la que la Justicia otorgó probation a tres de los acusados y dictó el sobreseimiento de los otros dos -él incluido-. Créase o no, sus socios tuvieron como todo castigo limpiar una vez por semana el Museo Justicialista de San Nicolás, donde Furfaro era representante legal. Hoy, su nombre vuelve a ocupar los expedientes: es señalado como el principal sospechoso en la investigación por el fentanilo contaminado.

La explosión del laboratorio Apolo, ubicado en el barrio La Tablada de Rosario, ocurrió el 24 de junio de 2016. Tras el siniestro que dejó cinco heridos, los accionistas de ese laboratorio creado en 2005 abrieron otro llamado Ramallo SA. en el complejo del HLB Pharma Group SA firma que fabricó y distribuyó los lotes de fentanilo contaminado en todo el país.

El laboratorio Apolo fue creado por Ariel García Furfaro y Jorge Salinas. Este último, quien luego se apartó de la conducción de la firma, lo compró a la familia Iudica, la cual enfrentaba en ese momento problemas financieros. El empresario se hizo conocido en Rosario por su particular perfil: lo apodaban "Leo Mattioli rubio" por las cadenas de oro que exhibía y por ostentar su camioneta Hammer. En 2012 se alejó de Apolo y siguió en manos de Furfaro.

En los últimos años, la ANMAT prohibió la comercialización de diferentes productos comercializados por HLB Pharma. En 2021 se prohibió la venta de barbijos descartables al encontrarlos “falsificados”. En 2023, se ordenó retirar de mercado un lote de paracetamol porque sus blisters presentaban comprimidos rotos. Y, en abril pasado, se prohibió la comercialización del anestésico Propofol HLB, por falta de trazabilidad. 

Laboratorio Ramallo SA., asociado al HLB Pharma Group SA.
Laboratorio Ramallo SA., asociado al HLB Pharma Group SA.

Con respecto a la explosión del laboratorio Apolo, la Justicia abrió una investigación para determinar las circunstancias de lo ocurrido. Sin embargo la Fiscalía no profundizó demasiado en las causas y se determinó como principal y única hipótesis que había explotado una caldera por un sobrecalentamiento. Finalmente se llegó a un acuerdo para resarcir económicamente a los vecinos que se vieron afectados.

Los directivos de Apolo, entre los que figuraban Ariel García Furfaro, Marcelo Ferré, Jorge Gómez, Damián García y Marcela Vozza, fueron acusados de “estrago culposo agravado y lesiones graves culposas”, ambos en concurso ideal y en carácter de autor. El 20 de mayo de 2019 se avaló un acuerdo entre los imputados y se suspendió el juicio a prueba contra Gómez y Ferré, a quienes se les impuso una probation

La sanción que impuso el juez fue más que llamativa: los imputados debían concurrir una vez a la semana a realizar la limpieza del Museo Justicialista en San Nicolás, que manejaba el exdiputado provincial y actual concejal del peronismo Andrés Quinteros, quien tenía vínculos con los accionistas de Apolo. García, Vozza y García Furfaro fueron sobreseídos al aplicarse el “criterio de oportunidad”. Lo más llamativo es que éste último figuraba como abogado del Museo Justicialista de San Nicolás

El Museo Justicialista en San Nicolás
El Museo Justicialista en San Nicolás

Ariel García Furfaro actualmente sostiene tener “más amigos y conocidos de La Libertad Avanza que en el kirchnerismo y peronismo”. Sin embargo, fue vinculado a Lázaro Báez, estuvo preso por intento de homicidio y, en época del kirchnerismo, pasó de ser verdulero a empresario farmacéutico multimillonario.

A casi diez años de la explosión del laboratorio Apolo, el pasado 8 de mayo el Ministerio de Salud provincial ordenó de manera urgente el retiro de las ampollas con fentanilo provistas por el laboratorio HLB Pharma. Luego se sumó el secuestro de todos los fármacos del mismo laboratorio, ante la incertidumbre de las condiciones sanitarias en las que produjo. 

En la causa que se investiga el fentanilo contaminado ya se registra casi un centenar de muertos confirmados por la bacteria que estaba dentro de la droga, situación que se encamina a ser uno de los mayores desastres sanitarios en la historia del país. García Furfaro es el principal apuntado como el responsable de estos fallecimientos.