Los paseadores de perros reclaman derechos laborales
Los trabajadores piden obra social, jubilación, vacaciones pagas y licencias. Presentaron en el Congreso un proyecto de ley con apoyo sindical y explican cómo también beneficiaría a los tutores y al Estado.
En las calles de la ciudad, los paseadores de perros forman parte del paisaje cotidiano. Con varias correas en la mano y una habilidad admirable para mantener el orden entre ladridos y tirones, realizan un trabajo fundamental que sigue sin reconocimiento formal. Pero eso podría cambiar. Un grupo de trabajadores del rubro impulsa una ley que los ampare y brinde derechos básicos.
“El sueño es el convenio colectivo. El sueño es que nos reconozcan como trabajadores”, expresan desde el incipiente movimiento sindical de paseadores de perros. Entre los pedidos, destacan el acceso a una obra social, vacaciones pagas, jubilación y licencias por maternidad. “Te doy un ejemplo —relatan—. Una compañera decidió tener familia y estaba laburando con la panza hasta el último día, porque claro, el día que dejás la UPA, dejás de cobrar”.
La demanda no se limita a un reconocimiento simbólico. El proyecto de ley, ya presentado en el Congreso, lleva la firma de todos los diputados sindicales y plantea un régimen especial para trabajadores caninos con cuatro beneficios clave:
- Derechos laborales garantizados. Se busca que el Estado reconozca la actividad como un trabajo formal, con todos los beneficios que eso implica.
- Capacitación oficial. Solo quienes cuenten con formación acreditada podrían ejercer la tarea de paseador o peluquero canino. “Esto mejora también el cuidado de los perros”, explican.
- Mayor seguridad para los tutores. El cliente sabría a quién contrata, si la persona cuenta con denuncias previas por maltrato animal o qué antecedentes laborales tiene.
- Aporte al Estado. La formalización generaría ingresos por millones de pesos, ya que actualmente se trata de una economía sin aportes ni contribuciones.
“Esto es trabajo. No salimos a pasear perros porque sí. Lo hacemos todos los días, bajo lluvia o sol, con compromiso y amor, pero también con esfuerzo. Merecemos derechos como cualquier otro trabajador”, concluyen.